Brutal agresión por parte de un conjunto de rugbiers hacia un joven ingeniero tras una celebración navideña en Mendoza.

Brutal agresión por parte de un conjunto de rugbiers hacia un joven ingeniero tras una celebración navideña en Mendoza.
Este suceso tuvo lugar en la localidad de Luján de Cuyo. La víctima, una mujer de 24 años, reconoció al menos tres de los cinco individuos que lo agredió. Se presentó un fiscal. 

El suceso tuvo lugar el pasado miércoles 25 de diciembre poco después de las 7 AM, en el marco de la Open Air 24, una de las celebraciones navideñas más populares, que se llevó a cabo en las instalaciones de un salón de la bodega Tierras Altas, situada en Acceso Sur al 6500, en la ciudad de Mendoza.

Una porción de la agresión fue registrada por testigos y sus imágenes se propagaron a través del internet. Adicionalmente, se divulgaron imágenes de cómo el semblante de Mateo quedó impregnado de sangre tras la aplicación de los impactos. La secuencia evoca de manera inmediata el homicidio de Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes por un conjunto de rugbiers en la ciudad de Villa Gesell.

El ingeniero no solo fue objeto de golpes en el semblante. Además, experimentó lesiones en diversas regiones corporales, lo que requirió su traslado a un centro de asistencia.

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“Estaba afuera de la fiesta de navidad Open Air en Tierras Altas en la baranda de la fila mirando hacia adentro esperando que salieran mis amigos, estoy viendo que están por salir y me gritan de atras “che vos sos el que se hacía el vago”, relató la víctima.

En ese momento, observó cómo un conjunto de al menos cinco individuos jóvenes lo confinaron y comenzaron a perpetrar agresiones. De estos, Mateo contribuyó con el nombre de tres individuos.

“Al darme cuenta, vi que se acercaban por lo menos 5 personas, entre las cuales reconocí a Telmo Fernández, Fausto Fernández y Facundo Ruiz Gei“, afirmó la víctima. Además, aclaró que no recuerda ni conoce a los otros individuos.

“Estas personas se acercaron rápidamente y me rodearon. Acto seguido, me agarraron y me empujaron contra las barandas, impidiéndome moverme. En esa posición, comenzaron a golpearme con puños en distintas partes del cuerpo, principalmente en la cabeza, el pecho y la cara”, detalló.

Mateo afirmó que durante el asalto se le rompió la camisa y que uno de los impactos le cortó la nariz, lo que "le provocó una intensa hemorragia".

Afirmó que dos amigos suyos intervinieron con el objetivo de lograr una separación y mitigar la agresión. No obstante, también experimentaron las consecuencias de la patota de rugbiers. No se limitaron a ellos. Otro conjunto de mujeres que se encontraban en las proximidades de la escena del incidente también procuraron interrumpir la agresión, siendo igualmente objeto de agresión.