El chofer de un auto diplomático de la Embajada de Rusia se negó a hacerse la prueba de alcoholemia y se encerró durante más de una hora

Sucedió en Retiro. No quiso bajar la ventanilla y creó una situación de mucha tensión que fue transmitida en vivo por la televisión. La Policía de la Ciudad y la Policía Federal participaron y lo acompañaron hasta la embajada. Minutos después, un segundo diplomático ruso fue arrestado en el mismo control y también se negó a hacerlo.

Policiales25 de diciembre de 2024Alejandro CabreraAlejandro Cabrera
hxZQH7eZ5_1256x620__1
Diplomático Ruso

Durante un estricto control de alcoholemia del Gobierno de la Ciudad, especialmente en la Avenida del Libertador, hubo tensión minutos antes de las 11 de la mañana. Un conductor de un vehículo con placa diplomática de la embajada de Rusia se negó a hacerse la prueba para verificar si estaba manejando bajo los efectos del alcohol. Estuvo más de una hora encerrado en su auto y al final fue acompañado por la policía hasta la embajada.

El coche Volkswagen Vento blanco, con la matrícula "D094CSB", es uno de los vehículos registrados por la embajada de Rusia en Argentina. La embajada está en Rodríguez Peña 1700, a pocos metros del control en Avenida del Libertador.

El conductor del vehículo le dijo a los agentes de tránsito que necesitaba hacer una llamada, subió la ventanilla y no volvió a hablar con ellos. Por eso avisaron a la Policía de la Ciudad, que llegó al lugar alrededor de las 11 de la mañana. Pero unos minutos después, llegó la Policía Federal Argentina.

Lo interesante es que toda la situación, desde la negativa del conductor hasta las negociaciones con otros representantes de la embajada y la llegada de la Policía de la Ciudad y la Policía Federal, fue transmitida en vivo por los canales de televisión que estaban cubriendo los controles de alcoholemia. "Un diplomático se refugió", decían las gráficas de los canales.

Otro momento tenso fue cuando tres hombres con camisas blancas se acercaron a pie al auto con placa diplomática. Dijeron que eran representantes de la embajada rusa en Buenos Aires y cuando llegó la prensa, se pusieron violentos. Con celulares en mano, se acercaron al auto para hablar con los policías, mientras el conductor apenas bajó la ventanilla y los hombres de camisa hablaron por él.

Martín, un agente de Tránsito de la Ciudad, dijo a los canales de televisión que las tres personas de la embajada de Rusia no confirmaron si el conductor era diplomático. "Un auto diplomático pasó hace poco, creo que era de Rusia. Hizo el control, sopló y siguió." Por eso nos sorprende que esta persona no quiera hacerse el control. "Ahora está a cargo la Policía", destacó.

"Hubo una corta conversación en la que se le pidió que hiciera el control. Dijo que no quería hacer el procedimiento, y cuando le explicamos la importancia del control, solo subió la ventanilla y se quedó dentro del auto", comentó el agente de Tránsito, que ante los medios leyó el artículo 4 de la convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.

"Sin afectar sus privilegios e inmunidades, todas las personas que los tienen deben respetar las leyes y normas del Estado que los acoge", leyó el agente ante la prensa. "Debes cumplir, estamos informados," dijo Martín.

Después de estar una hora atrapado en el vehículo, los tres hombres de la embajada que fueron a ayudar al conductor que decía ser diplomático, hablaban con cinco policías de la ciudad y dos de la Federal.

Después de la charla, alrededor de las 11:30, los tres hombres con camisas claras se fueron, pero el conductor permaneció en su lugar. En otro evento extraño, tres hombres en una Hyundai Kona con matrícula diplomática "D124CSB" aparcaron detrás del diplomático que estaba atrincherado. Se pensaba que también debían hacerse la prueba de alcoholemia.

Unos minutos antes de mediodía, el vehículo que había estado parado casi dos horas se fue acompañado por patrullas de la Policía de la Ciudad. Fuentes del Gobierno de la Ciudad dijeron a Clarín que en la embajada se realizó el acta de infracción 7062 porque se negaron a hacerse la prueba de alcoholemia.

Por ley, todos los diplomáticos deben seguir los controles de vehículos. El artículo 41 de la convención de Viena dice que un diplomático debe seguir las leyes del país donde vive. Al negarse a hacerse la prueba de alcohol, la Policía de la Ciudad tuvo que intervenir y llevarlo a la Embajada para que se la hicieran.

Pasadas las 13 horas, después de estar tres horas detenido para el control, el primer ruso seguía dentro del auto. Estaba bebiendo agua y no quería bajar, porque el vehículo tiene protección, igual que la embajada.

A las 13:16, bajó del auto y entró a la embajada rusa en Buenos Aires. Dos minutos después, la Policía de la Ciudad escoltó al segundo ruso que se negó a hacerse el control de alcoholemia hasta la embajada rusa.

Un ciudadano ruso se acercó para intentar ser el traductor: "Es una deshonra para mi país."
Un momento divertido en la situación del diplomático atrapado fue cuando un ciudadano ruso, que llevaba una camiseta de Nueva Chicago, se acercó por la Avenida del Libertador para intentar actuar como intérprete.

Los rusos tenían problemas, pero cuando se dio cuenta de que eran diplomáticos, sintió vergüenza. "Es una vergüenza para mi país", dijo ante los medios, y se acercó a la ventanilla de su compatriota, a quien le habló en ruso, aunque el conductor no bajó la ventanilla.

Le habló en ruso por la ventanilla. "Me preguntó quién era yo para hablarle y me llamó traidor por acercarme a conversar frente a la prensa", contó Fedor, el ciudadano ruso que hizo que un episodio extraño en plena Navidad en Buenos Aires se volviera interesante.

Te puede interesar
Ranking
hxZQH7eZ5_1256x620__1

El chofer de un auto diplomático de la Embajada de Rusia se negó a hacerse la prueba de alcoholemia y se encerró durante más de una hora

Alejandro Cabrera
Policiales25 de diciembre de 2024

Sucedió en Retiro. No quiso bajar la ventanilla y creó una situación de mucha tensión que fue transmitida en vivo por la televisión. La Policía de la Ciudad y la Policía Federal participaron y lo acompañaron hasta la embajada. Minutos después, un segundo diplomático ruso fue arrestado en el mismo control y también se negó a hacerlo.