La persona afectada se llamaba Guillermo Imas y tenía 54 años. La pareja de Susana Esquivel fue arrestada por la policía de la provincia de Buenos Aires.
Policiales19/11/2024
Alejandra Larrea
El pasado 17 de noviembre, la Policía de la provincia de Buenos Aires encontró el cuerpo de un hombre en San Martín. El cuerpo estaba dentro de una bolsa grande y se veía quemado. Estaba en posición encogida, pero su cara no estaba dañada. El rostro, todavía, seguía allí. Los expertos que examinaron el cuerpo encontraron que estaba amarrado de los pies y las manos, y tenía varias heridas de cuchillo.
Se le consideró un cadáver sin identificar, ya que no se pudo determinar su nombre. Sus huellas digitales, que no fueron dañadas por el fuego, fueron utilizadas para hacer un análisis de identificación. Ayer se supo que la persona que sufrió el incidente es Guillermo Osvaldo Imas, un hombre de 54 años que recibe una pensión.
Por el hecho, la fuerza provincial detuvo a la principal sospechosa del caso. Se refiere a la pareja de la persona, Susana Esquivel, como informaron fuentes del caso. La policía de la zona registró su casa en la calle Eva Duarte. En ese lugar hallaron un cuchillo con manchas que podrían ser de sangre, se cree que fue el arma usada en el crimen. Otra mujer de 27 años también fue arrestada por ayudar a Esquivel a mover el cuerpo. Las dos mujeres se presentaron en una estación de policía de la zona recientemente, después de que se emitiera una orden de arresto en su contra.
Así, se espera la indagatoria de ambas sospechosas, con un expediente por el delito de homicidio agravado por el vínculo a cargo de la UFI N°3 de San Martín.
La grabación de la zona donde dejaron el cuerpo fue captada por varias cámaras de seguridad. Gracias a esto, la DDI de San Martín pudo reconocer a las dos personas acusadas. En las fotos se puede ver a otra mujer que aún no ha sido capturada.
El motivo del hecho, por lo pronto, se desconoce. Los investigadores del caso sospechan que Imas sometió a Esquivel a varias golpizas, un caso de violencia de género.
El crimen de Guillermo Imas no es el único hecho macabro investigado por la Bonaerense en San Martín en los últimos meses. A comienzos de septiembre pasado, Estrella Domínguez Fernández, de 75 años, buscada como desaparecida durante diez días, fue hallada muerta dentro de un tambor de 200 litros en su casa en la calle Bidondo. El nieto de la persona, Lucas Pedraza, comenzó a llorar y admitió haber cometido el crimen después de que se descubrió.
La policía de San Martín llevó a cabo una búsqueda rápida en la casa de Pedraza, ordenada por la fiscalía N°6 de San Martín, después de que sus declaraciones no coincidieran con un testimonio poco confiable. Oscar Sanabria, otra persona bajo investigación, también fue detenida.
De manera curiosa, Lucas fue quien le avisó a su mamá que su abuela no estaba. Por lo tanto, la hija de la persona afectada presentó una queja a la Policía de la Provincia de Buenos Aires el lunes 2, buscando en hospitales. La familia vivía en un mismo lote, que tiene tres construcciones distintas: en una vivía la abuela, en otra, Pedraza con su madre y en la tercera, Sanabria que alquilaba el lugar.
Dos días después de que Pedraza fuera arrestado, se resolvió otro crimen. Antonella Striano, la víctima, tenía 26 años, vivía en Villa Ballester. Se piensa que trabajaba para Marcelo Fabián Álvarez, un comerciante local que es dueño de un gran quiosco. La hallaron sin vida en su vecindario, en la esquina de dos calles; su cuerpo estaba cubierto con una manta. La División de Investigaciones de San Martín de la Policía de la Provincia de Buenos Aires fue llamada después de recibir una alerta sobre el caso, que está siendo investigado por la Unidad Fiscal N°5 de la región.
Colocaron cámaras. De esa área. Vieron, rápidamente, cómo había sido descartado el cuerpo. Un hombre y una mujer habían tenido relaciones, según las fotos. La mujer estaba de guardia. El hombre se ocupaba de todo lo demás. El cuerpo fue llevado en un coche, un Mercedes Benz A200.
La patente era perfectamente legible en esas filmaciones: un chequeo a su número reveló a su titular. Era el viejo jefe de Antonella, el comerciante Álvarez, que la empleaba en negro, sin pagos de aportes de acuerdo al perfil comercial de la víctima.
Poco tiempo después, Álvarez fue arrestado.
Como se pensaba, la niña de 8 años fue abusada sexualmente antes de ser asesinada y quemada. El esposo de su mamá y un amigo están en la cárcel, al igual que su mamá.
Utilizan palabras importantes para hablar y intercambiar material de niños siendo abusados sexualmente. Trabajan en grupos de 20 a 50 personas.
La victima fue atacada al regresar de la escuela. La encontraron muy lastimada en un área de árboles cerca de su hogar. En sus últimos momentos, dijo que un hombre de 34 años la había maltratado, según sus padres.
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