Andrés Vázquez, el nuevo jefe de la DGI, compró tres propiedades en Miami por US$2 millones a través de empresas en el extranjero, pero no las declaró en la Oficina Anticorrupción.
El funcionario, que ha trabajado 35 años en la AFIP, tiene participación en empresas que poseen propiedades en EEUU. No lo reportó ante la OA, como exige la ley de Ética Pública desde 1999. Hay otros casos similares en el pasado.