El mexicano amigo de CFK al que querían llegar los Lanatta

La estrategia judicial de los Lanatta. Las razones por las que sus abogados aseguran que no se trató de una fuga. La red de protección del narcotráfico que llega a Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.

Investigación 26/01/2016 Luis Gasulla Luis Gasulla
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Diciembre del 2015 no fue un mes más para los hermanos Lanatta. En prisión recibieron un mensaje intimidatorio que les resultó veraz: “Del 15 de enero no pasan”. Sus cabezas tenían precio. Es lo que asegura, en diálogo con este cronista, uno de sus abogados, Humberto Próspero. En el entorno de los condenados como autores necesarios en el triple crimen de General Rodríguez, aseguran que “están jugados y van a hablar, hay que ver si la justicia se anima a escucharlos”. Según uno de sus confidentes, “Martín Lanatta guarda en una caja bajo siete llaves pruebas de todo lo que declarará”.

En este momento, los condenados están aguardando la decisión del juez Sergio Torres de citarlos a declarar por la supuesta fuga que protagonizaron a comienzos de este año. “No se puede investigar el triple crimen, la fuga y la figura de Pérez Corradi por separado” explica Prospero a PeriodismoyPunto. El abogado, contratado por el estudio jurídico de Luis Yrimia, uno de los denunciados por el asesinado fiscal Alberto Nisman, un año atrás. En el estudio analizan apelar a la figura de “cosa juzgada irrita” para intentar que se revise la condena por el triple crimen de General Rodríguez realizada en Mercedes. No es casual que se analice la creación de un juzgado en la localidad de Buenos Aires.

“Los tres coinciden en que hubo un hecho en medio de la “fuga” en que cambió todos los planes” asegura una fuente de extrema confianza de los condenados. El hecho tendría relación con una traición y una amenaza. La justicia investiga los tiroteos de Ranchos, Santa Fe y si a los hermanos Lanatta alguien los acompañó al salir del penal de General Alvear. La explicación oficial de los integrantes del Servicio Penitencia Bonaerense parecen risueñas: del Testigo de Jehová al Fitito que no arrancaba. Es un misterio cómo no se peritaron los celulares activos la madrugada de la fuga en las cercanías de la puerta de acceso al penal.

“El destino final de los hermanos era un campo en el norte de Entre Ríos” asegura una fuente muy cercana a los hermanos Lanatta. “¿Contarán a la justicia esta información?” le pregunté a Prospero. “Están dispuesto a hablar de todo, caiga quien caiga” respondió el letrado. En la misma sintonía la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich le aseguró a Diego Ferrón, hermano de uno de los asesinados en el triple crimen, que “iremos por todos los responsables políticos, sea quien sea”. El fantasma de “La Morsa” aparece una y otra vez.

El campo en cuestión está ubicado cerca de La Paz, en el norte de Entre Ríos, frente al río Paraná. Ocupa 900 hectáreas y su dueño fue investigado por la AFIP en el 2013 porque no podía explicar cómo había comprado ese campo al que, supuestamente, querían llegar los Lanatta. Se trata de “Greg” Gregorio Sánchez Martínez. Alegó que le había “donado” dos millones de dólares a su hijo. La causa 2893, a la que tuvo acceso este portal, se tramitó en Posadas, Misiones, y la jueza Skanata la desestimó raudamente. Greg Sánchez Martínez es un mexicano que, tras las elecciones del 2011, llegó al país. Fue tras ser liberado en su país, el 25 de mayo del 2010, por la Procuraría General de México, por lavado de activos. Es pastor evangélico, empresario de la madera y tuvo una ascendente carrera política en Cancún. Llegó a grabar discos, conducir programas de radio y ser un afamado líder religioso. Pero su fama se la ganó por ser considerado uno de los contadores de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera. Su fortura sería inexplicable. “Hubo una protección del narcotráfico” explica la fuente.

Sánchez Martínez, en su portal de facebook, llegó a subir fotos con Hugo Chávez, la familia Castro y la ex Presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. El supuesto contador del líder del Cartel de Sinaloa también tuvo quien le manejara los números. En la investigación que accedió Perfil.com aparece el nombre de Raúl Castaño que habría posibilitado la compra del campo al que habrían intentado llegar los Lanatta. La firma Lax Group Inversora SA también está siendo investigada. Castaño manejaba las finanzas de una figura muy importante de la política argentina: Carlos Eduardo Rovira, ex gobernador misionero durante 1999 al 2007.

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