UN DIA COMO HOY ROGER WATER HACIA HISTORIA EN BERLIN.

En el área donde había estado el Muro, el músico inglés toco ante 400 mil espectadores.

Música y Cine21/07/2024Ariel LugoAriel Lugo
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En un área donde un año antes estaba el muro que dividió a Alemania, Roger Waters le dijo a un periodista insistente que no volvería a tocar en Alemania hasta que cayera el muro, lo dijo para esquivar la pregunta, Waters solía contestar con evasivas cuando lo presionaban para tocar the Wall en vivo, era mediados de 1989.

En noviembre de ese año, sucedió lo que nadie imaginaba, el muro fue derribado y con él, el comunismo. 

El cofundador de la banda Pink Floyd, tenía razones para huir del plan ya que la gira anterior había sido un fracaso, un show demasiado grande para un grupo que ya no estaba en buenos términos, los miembros de la banda solo se juntaban sobre el escenario, no se podían ver, principalmente David Gilmour y Roger Waters.

Los autos que los transportaban al escenario estacionaban de manera tal que ellos no se cruzaran y los camarines estaban a la mayor distancia posible, todo era tan excesivo que solo Rick Wright ganó dinero con la gira.

Waters lo había echado del grupo tiempo antes y lo recontrataron a sueldo para los recitales, el resto fue a pérdida. 

Pero Waters lo había prometido, en principio pensó hacerlo en el Cañón del Colorado, pero se descartó para evitar un colapso ecológico en la zona, finalmente se decidieron por Berlín.

La obra a partir de allí adquiriría otro significado, el sitio elegido no podía ser mejor desde lo simbólico, solo había un problema y era el temor que todavía hubiera minas. 

El anuncio del recital tuvo una enorme repercusión, la obra ya era un clásico con millones de álbumes vendidos y con una película de culto dirigida por Alan Parker basada en ella, otro aspecto a tener en cuenta era una posible reunión de Pink Floyd.

A pesar de las diferencias, Waters les informó a Gilmour y Wright por carta de su idea, los invitó a participar, necesitaba su aprobación por una cuestión legal, no solo obtendría el visto bueno, sino que se mostraron abiertos a participar.

Sin embargo, Waters nunca más se contactó con ellos. había una batalla de egos y la carrera de Waters no funcionaba, mientras que Gilmour y Wright seguían con mucho éxito bajo el nombre Pink Floyd.

Ellos llenaban estadios por todo el mundo y grababan un bellísimo disco de estudio “A momentary lapse of reason” y un disco en vivo “delicate sound of thunder”.

Waters se ahogaba en su ego y autocomplacencia, sus discos solistas habían pasado casi inadvertidos, así que la oportunidad de hacer éste show era todo un desafío para él, Roger sabía que cuanto más exitosas y prestigiosas fueran las figuras involucradas en el proyecto mayor chance tendría de éxito.

Contó con la presencia de Sinead O’Connor, con la cual tuvo problemas, luego del show cruzaron acusaciones, el problema fue un corte de energía en medio del show que obligó a Sinead a simular que estaba cantando y un problema con el retorno que no la dejaba oír a los músicos, dijo Sinead, apenas termino el show: “Sali para cagarlo a trompadas, me hizo hacer playback, mentirle al público, eso sí, no lo alcancé, era bastante ágil”, en cambio Waters se quejó de la falta de profesionalismo de Sinead.

También participaron Cindy Lauper, Joni Mitchell y Van Morrison, the band, Marianne Faithfull, Bryan Adams para mi sin dudas una de las mejores presentaciones, Thomas Dolby, James Gallway y the hooters, también cantó Paul Carrack. el concepto del show era similar al presentado por Pink Floyd, pero aún más ambicioso, la pared era en este caso mucho más grande.

El diseño de Mark Fisher era de un muro de 170 metros de largo por 25 de alto, la pared se completaba a lo largo del show para desmoronarse al final, la imagen tiene una contundencia extraordinaria, también los dibujos y animaciones de Gerald Scarfe.

Se vendieron más de 300 mil entradas, todo un récord, aunque por un disturbio en la entrada se calcula que ingresaron 100 mil más, el recital se televisó a 52 países, millones de personas lo vieron alrededor del mundo.

El show seria editado en cd y dvd. Dos décadas después Waters retomó the Wall, emprendiendo una larga gira mundial, tal parece que creativamente no hay más que eso en su carrera, pero como buena regla de mercado si alguien vende un producto y hay gente que lo compra bienvenido sea-

Aquel evento selló una era, la imagen final con los niños soviéticos llorando al final del show eran señal que las cosas habían cambiado, aunque para Waters parece que no, ya que aún insiste con el mismo show.

Habría que pensar que ocurre en la música rock que parece que ya nadie quiere escuchar cosas nuevas. Como artista ¿Es válido repetirse hasta el hartazgo? Preguntas que quizás estarían bien reflexionar para un próximo informe.

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