No todas eran lágrimas, no todos eran "Zurdos"

Los estudiantes de las Universidades Públicas y Privadas coparon las calles de Argentina sobre todo en Buenos Aires y en Córdoba fue genuino más allá de que los de siempre trataron de adueñarse del protagonismo. Más allá de que había carteles repudiables sobre todo en contra del ministro Caputo. Más allá que quedó demostrado que ante una protesta hecha por una parte del pueblo, el protocolo anti piquete ni funciona ni es necesario, más allá de todo eso el drástico recorte a la educación profesional no es algo que vaya a pasar así como así.

Con el ya famoso tweet  de "Lágrimas de Zurdos" y hablando ya no del 2025 si no del 2027 desestima uno de los valores más importante que el destacó en su campaña. La meritocracia. ¿Qué más meritocrático que un estudiante que va a estudiar después de ir a trabajar para progresar en la vida? Sin embargo, el presidente se trenza y le hace el juego a quienes fueron a aprovecharse de eso para recuperar escena pública. Los Massa, los radicales, la CGT y los kirchneristas. 

“Es la primera discusión importante en la cual la posición de Milei y del Gobierno es claramente minoritaria. De todas las discusiones que tuvo hasta ahora, el oficialismo en algunas estuvo equilibrado, en la mayor parte había más gente a su favor que en contra, pero en esta su posición fue claramente minoritaria. Tres de cada cuatro argentinos estaban en desacuerdo con que haya ajuste de las partidas de las universidades” dijo el encuestador Federico Aurelio. 

EL QUIEBRE DE MILEI CON SU BASE ELECTORAL

¿Qué quiere decir esto? Es prematuro para decirlo, pero esto puede ser la primer fisura entre el león y su base electoral. No es una batalla que se lleve en el territorio de las redes sociales donde la figura de Santiago Caputo es imbatible. Esto es una discusión que se lleva a cabo en la calle y en las aulas. Y sobre todo, en el orgullo de todas las familias que vieron como su hijo fue la primer generación de estudiante universitario. 

Esto no quita que el gobierno no tenga que intervenir para pulir las múltiples fallas que tiene la universidad pública en general y la UBA en particular. Auditar es una cosa, recortar el presupuesto es otra. Hay plata para la AFI , para los aviones, pero no para la universidad pública. Clave en un país que quiere ser potencia en 30 años, según las palabras del propio presidente. 

No solo eso, el gobierno puede ser fundamental para recuperar el prestigio que la universidad pública tiene en argentina. Hacer que sea nuevamente una casa de altos estudios donde los que llegan a sentarse en esos pupitres, luego de quemarse las pestañas para entrar, estén allí para desarrollar un pensamiento crítico que nos haga mejor sociedad.

Auditar, lograr más libertad de cátedra y más diversidad de cátedras, limpiarla de negocios espurios, desde los más chiquitos a los más graves, mejorar la educación secundaria para que más alumnos puedan ingresar y fomentar un sistema de becas en las universidades privadas. Son solo ideas de lo mucho que puede hacer el gobierno, antes de tuitear lágrimas de zurdos, detentar su faceta totalitaria con el principio de revelación y sobre todo dejar de pensar en elecciones futuras, como haría cualquier político de la casta.