Exclusivo: Moyano habría pagado entre 200 mil y 500 mil dólares a ex espías de la AFI, para hacer caer la causa Independiente
Así se desprende de conversaciones extraídas de los celulares de los ex agentes Araque y Melo. El último se encuentra imputado en una causa junto al abogado Llermanos por urdir un plan para perjudicar al fiscal del caso. Audios reveladores.
El jefe del sindicato de camioneros, Hugo Moyano, habría pagado, a través de su abogado, Daniel Llermanos, en negro, y sin que quedara debidamente registrado, entre 200 mil y 500 mil dólares a dos ex agentes de la AFI por servicios que implican delitos graves.
Los ex agentes de la AFI se llaman Facundo Melo y Leandro Araque.
Llermanos les habría pagado para “dar vuelta” la declaración indagatoria de un ex barra brava de independiente, Daniel Lagaronne. Lagaronne, a su vez, había acusado a Pablo Moyano de liderar una asociación ilícita para defraudar a Independiente.
La operación fracasó. Sin embargo podría terminar con todos los involucrados condenados.
El gravísimo hecho del pago irregular se puede deducir de una serie de diálogos que mantuvieron por WhatsApp Araque y Melo.
Estas conversaciones fueron extraídas del celular de Araque en el marco de la causa por presunto espionaje ilegal que tramita en Lomas de Zamora, que llevan el juez Juan Pablo Augé y los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide.
Ahora, hay otra causa abierta que investiga estas acciones ilegales derivadas de estas conversaciones.
A la causa la tramitan el juez de Garantías 1 de Lomas de Zamora, Jorge Walter López, y el fiscal Javier Martínez, quien a partir de “copias pertinentes” en el expediente por presunto espionaje ilegal le dio a la investigación un impulso inesperado.
Los delitos que se les imputan son muy graves:
- Amenazas agravadas por su finalidad de obtener una medida por parte de un poder del Estado, en concurso ideal con amenazas coactivas.
- Instigación a la falsa denuncia y falsa denuncia.
- Prevaricato de abogado
- Falsificación de documento en grado de autoría mediata y uso de documento falso.
Dependiendo cómo se considere el concurso de los delitos imputados, Llermanos, Melo, Araque y otro “pez gordo” involucrado, el ex director del Servicio Penitenciario Federal y abogado de Lázaro Báez, Víctor Hortel, podrían recibir una condena de hasta 15 años de cárcel.
Los audios
En el primer audio, Melo le informa a Araque que está apurando a Llermanos, con quien acababa de reunirse, para que les pague el saldo pendiente por los servicios prestados.
Se refiere a Llermanos como "el Viejo". Y le cuenta a Araque que le pidió "por lo menos la mitad" del dinero pactado.
También, le dice que Llermanos se comprometió a hablar con "el Negro" -por Moyano- para darle una respuesta "el lunes".
El abogado del líder camionero habría sido aún más específico: "Vamos a ver de rascar lo más que podamos de la lata".
Además, Melo le comenta a su compañero que le hizo escuchar a Llermanos unos audios que podrían servirle para complicar al fiscal Sebastián Scalera, quien investiga las presuntas irregularidades en el club Independiente.
Por último, Melo termina dando por descontado que Hugo Moyano y su abogado terminarían pagándoles sus “servicios” irregulares.
Al final, Melo se muestra esperanzado en cobrar: "Yo creo que la va a cumplir, pero nos va a hacer renegar".
Esta es la transcripción del audio extraído del teléfono de Araque:
—Sí, amigo. Sí, sí. Todo tranqui. Ahora quedé que el lunes nos vemos a las seis de la tarde y me da una respuesta. Le dije: ‘mirá que yo la semana que viene, boludo, necesito algo’. Basta. Recién estoy volviendo, boludo. Recién. Le digo, ‘necesito algo, dejémonos de embromar’. ‘Sí, sí. El lunes hablo con El Negro y te digo’. Por lo menos la mitad. ‘Nooo… la mitad’, viste como es. ‘Vamos a ver (de) rascar lo más que podamos de la lata, porque El Negro, viste, cuando Damián se dio vuelta…’. Viste que arranca él, siempre. Y boludo, ¿qué más querés? Basta. Le pasé el audio. Nada, le recontra sirve. Pero viste como es: ‘no, hay tres fragmentos… no es lo que yo pensaba, pero hay tres fragmentos’. Viste como es El Viejo. Así que, bueno, el lunes quedé, Enano… nos va a hacer renegar este. Yo creo que la va a cumplir, pero nos va a hacer renegar.
Porque Melo no solo trabajaba en ese momento para la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) del gobierno de Macri. En paralelo, representaba legalmente a Damián Lagaronne, uno de los laderos de Pablo “Bebote” Álvarez, el otro barra brava de Independiente que terminó complicando, y mucho, a Pablo Moyano ante la justicia.
La charla telefónica que acabamos de transcribir tuvo lugar el 9 de febrero de 2019. Por ese entonces, tanto Lagaronne como Bebote Alvarez permanecían en prisión.
Melo acababa de salir de una reunión con su colega Llermanos, histórico letrado de la familia Moyano. Lo había ido a ver para conversar sobre el dinero que habían pactado por haber colaborado, de manera subrepticia, con el armado de una falsa denuncia contra el fiscal de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera.
Es que Moyano y Llermanos lo querían voltear, y Melo y Araque estaban trabajando en el armado de “falsas pruebas” para hacerlo.
Justamente, el destinatario del mensaje de Melo que acabamos de revelar es, de nuevo, Araque, quien sirvió de articulador entre Melo y Llermanos y aportó material para “la causa”.
Según pudo reconstruir PeriodismoyPunto, Melo y Araque habían acordado que repartirían “el botín”, es decir, la plata de Moyano que les debía entregar Llermanos, “cincuenta y cincuenta”.
Como se desprende del audio cuya transcripción pondremos a continuación, la cifra pactada con Llermanos habría sido de 500 mil dólares. Sin embargo, fuentes muy cercanas a los hechos, que estuvieron al tanto de la transacción, afirman que los ex espías asociados habrían terminado cobrando 200 mil.
Esas mismas fuentes dan por sentado que el resto, es decir, 300 mil dólares, se los habría terminado quedando el propio Llermanos, letrado del camionero, a quien llamaban “El Viejo”.
Del siguiente tramo de la conversación, que también es parte de la causa, se desprende que Melo y Araque habían hecho un pedido original de 2 millones de dólares. Sin embargo, y según admiten ambos en los mensajes, Llermanos, ni lerdo ni perezoso, habría logrado bajarle el precio a medio millón.
Así lo reconoce el propio Araque, en otro impactante audio que se dio en el marco del intercambio que mantuvo con Melo aquel 9 de febrero.
Araque menciona el monto de manera explícita, con la intención de tranquilizar a su interlocutor:
“Vos acordate que de entrada ya arrancó llorando, ya arrancó llorando el número, que eran 2, lo cerró en 500 y bue… y después, con el tiempo, vos acordate eso, o sea, nada nuevo, no es que el tipo cambió”
Es que Melo, si bien confiaba en que Llermanos cumpliría con su palabra, también estaba seguro de que “El Viejo” los haría “renegar”.
En la misma sintonía, Araque propuso a Melo, siempre según las escuchas judiciales, “tratar de ir apurándolo un poquito”. Y sin rodeos, le propuso a Melo:
-“Y si no, le cortamos la canilla. Él sabe. Vos se lo aclaraste el otro día, el as de espadas lo tenés. Pero viste, en veremos no nos vamos a entregar”.
Araque también estaba fastidiado con las excusas y falsas promesas de Llermanos. Estaba ansioso por cobrar el pago en negro. Por eso, incluso, analiza la posibilidad de pasarlo por encima e ir a ver directamente a Moyano, para ofrecerse como su abogado.
Lo hace así:
—A ver, ¿qué más quieren? A ver, le estás llevando la causa vos ¿me entendés? Vamos a verlo a Hugo y le decimos: ‘Escuchame, cambiá de abogado. Te sale tanto’ y se la llevamos nosotros la causa. Olvidate.
Pero Melo trata de tranquilizar a Araque. Le transmite una supuesta cita de Llermanos en la que este le habría dicho que, para garantizar el pago, tendría que rascar “el fondo de la lata”
— El laburo ya lo hicimos. Pasa que como estamos ahora ya jugados, le damos, le damos en el afán de cobrar ¿me entendés? Si nos deja araca es para matarlo. […] yo creo que va a traer 80, 100 ahora. Y bueno, ahora hay que pelearla boludo. Para mí nos va a llevar de acá a junio, acordate. Me dice: ‘Al Negro le voy a decir que de parte de ustedes fidelidad eterna cien por ciento, pero bueno, viste, vamos a rascar el fondo de la lata’. ¿Qué fondo de la lata? Me da ganas de escupirle la cara”.
Al final, “el laburo” no terminó siendo inocuo para el ex AFI.
Hoy, Melo se encuentra imputado junto a Llermanos y Víctor Hortel en la causa que investiga estos hechos. Y como dijimos, podrían recibir una pena de hasta quince años de cárcel.
Es que Hortel también participó, junto a Melo, en la maniobra para denunciar a Scalera e intentar dar vuelta el testimonio de Lagaronne.
El ex barra brava, quien hasta ese momento era representado por el entonces espía Melo, y en cuanto se dio cuenta de la trampa en la que lo querían meter lo despidió, se considera víctima también de Hortel y Llermanos.
El origen y su contexto
El 28 de noviembre de 2018, Lagaronne, quien estaba preso desde hacía ya un año en el penal bonaerense de Melchor Romero por la causa Independiente, firmó –aconsejado por su abogado, Facundo Melo- un acuerdo con la fiscal Scalera para declarar como “imputado colaborador”.
Mientras eso sucedía, el agente Leandro Araque tejía con Llermanos lo que sería una maniobra para “dar vuelta” al barra en contra de la fiscalía y así hacer caer la investigación que por la que Scalera ya había pedido la detención de Pablo Moyano.
—Fijate si podes avanzar ya con alguna propuesta de material- le pidió, según consta en el expediente, el mismo 28 de noviembre, Llermanos a Araque.
Araque le respondió:
—Hola Dani! Hoy te tengo todo preparadito y con audios. Decime a q hora podes estar mañana en el mismo lugar q ayer, respondió Araque.
Quedaron en encontrarse el 29 a las 16.15, en el restaurante “de un amigo” (Iusuf, de Palermo). Araque, quien también fue policía de la Ciudad, prometió llevar “el bosquejo” de ese material que “Dani” Llermanos le solicitaba.
Sin embargo, en ese encuentro, el letrado de los Moyano pareció no quedar satisfecho con el armado parcial de la falsa prueba.
Así quedó expuesto en un mensaje que Llermanos le escribió a Araque el 1° de diciembre:
—Imposible empezar a hablar con tan pocos elementos. Si no dispongo de algo valioso será imposible avanzar. Abrazo
Araque no quería perder la recompensa. Entonces le dijo a Llermanos, conciliador:
—El lunes si queres nos encontramos y llevo al abogado asi acortamos tiempos y vamos definiendo. Te parece?.
Por “el abogado” se refiere a Melo.
Llermanos aceptó:
—Perfecto. Pero tipo 18 o 19. Antes no llego.
— No hay drama. Quedamos a las 19 en Madero- se despidió el espía Araque.
Horas antes de ese encuentro, pactado para el lunes 3 de diciembre, Araque le escribió a Llermanos:
—Hola Dani. Confirmado lo de hoy a las 19?.
Eran las 11.57.
A las 12.32, Llermanos contestó:
—Puede ser más temprano. Te queda bien a las 17?.
Así fue.
Un día después, el martes 4, Melo visitó a Lagaronne en la cárcel de Melchor Romero.
Durante ese encuentro, le planteó que su declaración no era conveniente y le comentó, en tono de amenaza:
—Hablé con Llermanos. Me mandó a decirte que estas cosas se arreglan en la calle. Que vos tenías una hija y que la tenés que cuidar.
Entonces, le propuso dar un giro en la estrategia que él mismo le había hecho seguir y denunciar que el fiscal Scalera lo había presionado para que declarara en contra de Pablo Moyano, lo cual –según Melo– le garantizaría la libertad, ya que de la presentación se ocuparía un influyente abogado.
Llermanos, quien estaba inquieto por lo que diría Lagaronne, monitoreó esa reunión a través de Araque.
Y Araque, a las 14.34 le envió el siguiente mensaje:
—Todo de 10. Donde y a q hora?.
—A las 16 y 30 en el lugar de ayer?- propuso el ex juez.
—Listo Dani. Nos vemos ahí- se despidió el informante.
No fue el único encuentro que mantuvieron ese día.
A medianoche, Llermanos y Araque volvieron a verse en el restaurante Caseros, en el boulevard de Avenida Caseros, en el barrio porteño de San Telmo.
A partir de entonces, los contactos se volvieron frenéticos. La operación ya estaba en marcha y empezaban a trabajar en colocar al sustituto de Melo. Según fuentes que tramitan la causa, primero Llermanos pensó en Graciana Peñafort. Y fue en ese contexto que, el 5 de diciembre, se produjo el siguiente intercambio de mensajes entre Llermanos y Araque:
DL: Si podes respóndeme temprano para que la Colega organice su actividad
LA: Lo tengo 80 por ciento cerrado. Sin podés dame un tiempito.
DL: Ok no es por mi sino por la abogada
LA: Dani dale. Si esta todo ok. Avisame y nos vemos 2 segundos asi definimos todo lo del cliente asi le avisamos. Abogada, lo nuestro etc. Avisame que en un rato ya estoy libre.
DL: Hasta las 3 menos 5 puedo ssperarte en Confitería “Del Rededor” (Av Patricios 901, esquina Suarez). Caso contrario después de las 20 por Caseros
LA: Igual a la abogada ya dale el ok tranquilo
DL: Ok 20 y 30 en el restaurante de ayer?
De este ida y vuelta, surgen menciones a dos temas claves: “la colega”/ “la abogada” y “lo nuestro”.
¿Por qué? Según declaró Lagaronne en sede judicial, inicialmente Melo le dijo que quien tomaría su caso sería la abogada “Peñaflor” (¿se estaría refiriendo a Graciana Peñafort, actual directora de Jurídicos del Senado?). Pero terminó siendo Víctor Hortel, ex jefe del Servicio Penitenciario Federal.
“Lo nuestro”, en tanto, serían los honorarios que recibirían por sus gestiones.
Los audios que Melo y Araque intercambiaron el 9 de febrero de 2019, luego de que el ex defensor de Lagaronne se reuniera con Llermanos así lo evidencian.
Ahora bien, volviendo al 5 de diciembre de 2018, la cena de esa noche en el restaurante Caseros terminó siendo reemplazada por una reunión.
El que propuso el cambio de planes fue Araque a Llermanos:
—Dani puede ser a las 21? Xq a las 22 el cliente lo va a llamar al abogado xq lo quieren bajar mañana a la mañana a la fiscalía. Y antes de q lo llame queremos verte a vos- le escribió Araque a Llermanos cerca de las 19.
—Alsina 478 piso 1 te espero allí- contestó sin vueltas el abogado de los Moyano.
Para el 6 de diciembre, los mensajes entre Araque y Llermanos empezaron a ir y venir desde temprano. Ya estaba definido que quien daría la puntada final a la maniobra para perjudicar al fiscal Scalera no sería “Peñaflor”, sino Hortel. El mismo Llermanos se ocupó de contactar a Hortel con los ex AFI Melo y Araque.
Pero la cosa no terminó ahí.
Después de hablar con el ex jefe penitenciario de Cristina Kirchner, Melo partió hacia Melchor Romero, le dio las últimas novedades a Lagaronne y le entregó un escrito para que transcriba de puño y letra.
Era la falsa denuncia contra Scalera.
Por su parte, Araque le propuso a “Dani” Llermanos un encuentro en su oficina.
—Así ordenamos todo bien prolijo y q le haga firmar todo mañana, explicó.
El 7 de diciembre de 2018, todo parecía resuelto. Hortel se presentó en el penal e instó a Lagaronne a firmar su designación como defensor, para posibilitar la presentación de la denuncia contra el fiscal y de un recurso de hábeas corpus. Sin estar muy convencido, el barra accedió.
—Todo en marcha Dani. Despues anda avisándome a q hora nos cruzamos. Abrazo, le envió ese día Araque a Llermanos.
—Si señor, respondió él.
No obstante, los tres abogados y el poli-espía no tuvieron en cuenta un detalle: las dudas de Lagaronne sobre su maquiavélico plan.
Es que, luego de recibir a Melo y a Hortel, el barra se comunicó con el abogado Alejandro Pérez, defensor del también barrabrava Pablo “Bebote” Álvarez, para consultarle sobre la maniobra.
La respuesta de Pérez fue lapidaria: “Es una locura”.
Fue entonces que, a pesar de las promesas y amenazas que Llermanos le hizo llegar por intermedio de Melo, Lagaronne decidió –a último momento- dar marcha atrás, contratar a Pérez y ratificar su intención de declarar contra el hijo de Hugo Moyano.
Entre el 8 y el 11 de diciembre, hubo silencio de radio entre los agentes de la AFI macrista y Llermanos, quien el 12 de diciembre rompió el hielo con un nervioso “llamame ni bien puedas” dirigido a Araque.
Algo le olía mal. El ex Policía de la Ciudad intentó tranquilizarlo, pero no hubo caso.
—Es importante saber qué pasó, le manifestó el abogado de los Moyano.
—Estamos en eso, devolvió Araque.
El 13 de diciembre a las 15, los ex espías se reunieron con Llermanos en el bar Selquet de Núñez.
Ese mismo día, Lagaronne declaró como “arrepentido”.
Tres días antes, el 10, los tribunales de Lomas de Zamora habían sido escenario de un hecho digno de una película de Fellini.
Mientras Lagaronne, por un lado, desistía de denunciar a Scalera y contrataba otros abogados, Víctor Hortel, el abogado al que Llermanos y Melo le encargaron la maniobra final, se presentaba ante la Sala II de la Cámara Federal de Lomas de Zamora para dar curso a la falsa denuncia contra el fiscal.
Al prestar declaración, Lagaronne no sólo apuntó contra Pablo Moyano. También relató la maniobra de Llermanos, Melo y Hortel, lo cual activó la causa por la que el abogado de los Moyano fue citado a declarar este miércoles 10 de febrero.
Sin embargo, Llermanos pegó el faltazo al no poder suspender la audiencia.
El expediente -reiteramos- lo llevan el juez de Garantías 1 de Lomas de Zamora, Jorge Walter López, y el fiscal Javier Martínez, quien a partir de copias pertinentes de la causa por presunto espionaje ilegal le dio a la investigación un impulso inesperado.
Es que, el primer fiscal del caso, Pablo Rossi, había pedido tres veces la detención de Llermanos, Melo y Hortel. Y las tres, el juez se lo negó.
Pero eso no fue todo. Cuando parecía que finalmente el trío de abogados sería detenido, Rossi fue desplazado de la investigación y en su reemplazo fue designado Sebastián Bisquert, quien no pidió más detenciones y terminó desestimando la denuncia de Lagaronne.
No obstante, un enroque en la justicia de Lomas de Zamora sucedido el 18 de noviembre pasado puso a Martínez en el caso y decidió revocar lo resuelto por Bisquert, a partir de las contundentes pruebas que recibió desde los tribunales federales de su misma jurisdicción.
Al igual que lo sucedido con la causa por presunto espionaje ilegal, las mismas estaban en el celular de Araque y PeriodismoyPunto accedió a ellas.
Pero el vínculo entre los ex AFI y el abogado de los Moyano no terminó en la frustrada maniobra contra el fiscal Scalera.
Como oportunamente publicó este portal, ellos fueron además los ideólogos de la operación con la que se pretendió instalar que el gobierno de Mauricio Macri había prepardo una celda para alojar a Pablo Moyano en Melchor Romero.
Ese cuento empezó a escribirse el 1° de enero de 2019.
Ese día, Araque le escribió a Llermanos:
—Si podes mañana te cruzo xq tengo unas cositas lindas
—Hacen mucha falta en este momento, respondió el abogado moyanista.
—Tranqui q tenes todas las cartas, lo arengó el ex AFI.
—Necesito mejorar (el) estado de cosas, remató un lacónico Llermanos.
Al día siguiente y tal como consta en el expediente de la causa por presunto espionaje ilegal, Araque compartió con el ex juez imágenes de una celda que la AFI había acondicionado para albergar a los hermanos Lanatta y Víctor Schilacci. Días después, Llermanos denunció que era para Pablo Moyano.
Para para el libro Espionaje ilegal, Llermanos confió a este periodista que “Melo era una fuente fantástica para trabajar”.
¿Fue un sincericidio? Los intercambios que mantuvo entre fines de 2018 y principios de 2019 con los ex AFI así parecen confirmarlo.
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