"Vivimos en territorio liberado": el fuerte comunicado de la Iglesia de la Matanza contra el Gobierno

La carta firmada por los Monseñores Eduardo García y Jorge Torres Carbonell, sostiene que muchos de los hechos de inseguridad en el territorio bonaerense están ligados a "grandes mafias narco".

Actualidad 05/04/2023 Periodismo y Punto

Tras el crimen de Daniel Barrientos, el chofer de colectivo de la línea 620, quedó expuesta nuevamente la inseguridad voraz de la que es víctima la Provincia de Buenos Aires. Por ello, este martes el Obispo de San Justo, Monseñor Eduardo García, y el Obispo de Laferrere, Monseñor Jorge Torres Carbonell, hicieron una tajante carta contra el Gobierno y exigieron prontas soluciones. 

Sobre el asesinato de Barrientos, indicaron: "Si bien nos consterna, no nos asombra porque es uno más en la lista de los últimos años en los cuales ningún barrio ni zona ha quedado exento del robo, la entradera, el apriete, el choreo de celulares a plena luz del día; muchos de ellos seguidos de muerte".

En el territorio matancero, aseguraron García y Torres Carbonell, los vecinos siente que viven en "territorio liberado o negociado": "Liberado porque se hace la vista gorda a menos que el hecho se venga encima y no haya más remedio que actuar; negociado porque atrás de esta inseguridad sabemos que operan las grandes mafias de los narcos que han invadido con su negocio nuestros barrios y tienen como soldaditos a nuestros pibes o como consumidores que salen a robar lo que sea para poder ir a comprar la 'merca' que necesitan para seguir viviendo", lanzaron los religiosos.

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En este contexto, los Obispos reclamaron "más efectivos" policiales en las zonas calientes de Provincia y "una política que encare esta problemática", al menos "hasta que las aguas bajen".

También se lamentaron sobre la pobreza que agolpa a gran parte de los bonaerenses: "Una de las cosas más lamentables es que no se trata de grandes atracos, desfalcos o robos programados a los ricos —lo cual tampoco está bien— sino que se está generando una guerra de pobres contra pobres. Los que van a trabajar a las 5 de la mañana son pobres. Los choferes de colectivos son pobres. Las amas de casa son pobres. Los docentes son pobres. Nadie queda afuera de la inseguridad y del temor por sus vidas".

Por el final del teto, se solidarizaron con la familia de la víctima y pidieron que "su sangre derramada no sea en vano sino que nos ayude a tomar conciencia y a trabajar juntos por una sociedad en paz".

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