Habla la hija de Marcela López: "La jueza me hizo sentir que estaba buscando un juguete"

Rocío González habló con PeriodismoyPunto y aseguró que tampoco se sabe nada de la ex pareja de su madre desde que se habló de la caja con dólares termosellados.

Entrevistas07/09/2021Luis GasullaLuis Gasulla
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Rocío González tiene 27 años y sigue buscando a su madre, Marcela López, desaparecida hace más de 100 días en Río Gallegos. La describe como una mujer «encaradora», con «gran corazón y carácter fuerte». Recuerda que su mamá estuvo marcada por una muerte en Esperanza, un paraje cercano a El Calafate, de su padre al que prendieron fuego en su camión. «Esa muerte también estuvo involucrado este gobierno» recuerda Rocío sobre su abuelo.

La familia nunca supo quién mató al abuelo de Rocío a pesar de que han pasado 16 años. Dedicados a los camiones y los hoteles, la familia tiene un buen pasar económico. Sin embargo, los hijos de la ex pareja de Marcela, José Luis Balado, la amenazaban y no querían que la relación se formalizase en el matrimonio.

La jueza López Lestón, pariente de Máximo y Alicia Kirchner, no indagó sobre esas amenazas de la familia de Balado. Supuestamente los mensajes eran recibidos por el hombre que se los transmitía a su pareja desaparecida. Uno de los hijos de Balado se expresó en redes sociales por el «invento» de los dólares hallados en la propiedad familiar y no por la desaparición de la ex novia de su padre. Llamativo.

Rocío certifica que vio cómo los canes adiestrados por Marcos Herrera encontraron restos óseos en la casa de Balado. «Fui a buscar a mi mamá, no me interesaba la plata, por eso no le presté atención a los dólares pero los vi» explica a PeriodismoyPunto.

En otro tramo de la entrevista, Rocío explica que «también encontraron un mechón de pelo y una llave que estoy segura es de una propiedad que alquilaba mi madre». Siguen esperando una respuesta de la jueza que, tras el escándalo, se tomó licencia psiquiátrica. Lo sorprendente es que, en otra propiedad de Balado, debajo de una cocina apareció un fémur.

La familia de Marcela remarca los errores de la jueza López Lestón que se «olvidó de marcar el hallazgo de ese resto de la chacra -el fémur- y con el maxilar humano contratamos un perito porque no confío en la justicia de Santa Cruz pero, en teoría, dio negativo y no sería de mi madre». Pero no se hizo un ADN sino una pericia visual.

«Con Balado no volví a hablar después de lo que sucedió en su domicilio, no se comunicó más con nosotros». Lo que vive la familia es terrible y Rocío vuelve a escuchar esas llamadas en las que Balado da a entender que sabe lo que pasó con Marcela: «Da a entender que está entre la espada y la pared. Se me cruzan muchas cosas por la cabeza. Mi cabeza es una bomba. Pensé que le hizo algo, pero es duro pensarlo. Siento que él sabe mucho. Él sabe que pasó con mamá y Dios quiera que esté con vida. No estoy preparada para encontrarla sin vida».

Rocío asegura que Balado «está amenazado y no lo dejan hablar. La familia y los abogados no lo dejan hablar. Dijo que se sentía mal pero la realidad es que todos estamos así. Uno cuando está buscando a alguien que quiere tiene que ayudar con la búsqueda. Siento una desilusión tremenda».

González espera respuestas de la justicia. Aún se debate si la investigación pasa a la justicia federal. Hasta ahora, sólo encontró negativas de López Lestón. Por eso sentencia: «Cuando hablamos con ella nos hizo sentir que buscábamos a un juguete».

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