Lo que reveló el iPhone de Baratta

De pactos de silencio a un sistema de recaudación paralelo que mantuvo el kirchnerismo fuera del poder.

Análisis y Opinión 23/11/2021 Luis Gasulla Luis Gasulla
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El 18 de mayo de 2017, Nelson Lazarte le reenvió a su jefe, Roberto Baratta: “Mañana a partir de las 10:30 pasar a retirar el cheque por el sindicato de obreros de estaciones de servicios, ir a la oficina de Ruben Prieto Hipólito Yrigoyen 2727 piso 3 caba preguntar por Esther de parte de Nelson”. Lazarte era un empleado de mesa de entradas del Ministerio de Planificación Federal de Julio De Vido que terminó siendo la mano derecha de Baratta, el poderoso ex secretario de Energía durante el kirchnerismo. Su nombre aparece en reiteradas ocasiones en los cuadernos de Centeno, el ex chofer arrepentido de la mano derecha de De Vido y en el referente que tenían los empresarios y contratistas del Estado para “cerrar acuerdos” con el gobierno.

El diálogo extraído del Iphone de Baratta fue revelado por La Cornisa y forma parte del expediente judicial por la causa Gas Licuado y solicitado por la fiscalía de Instrucción, Fabiana León, en causas conexas a la causa Cuadernos. Hay mucho más.

La justicia tardó casi cuatro años en poder abrir el iPhone6, modelo 2014, con funda de plástica color negro, a nombre del ministerio de Planificación registrado con la cuenta personal de Baratta –[email protected]. Según el especialista en informática, Julio López, solo hay dos motivos para la tardanza: los teléfonos inteligentes tienen códigos para evitar el desbloqueo y la tecnología que se utiliza requiere de tiempo y dinero y, la segunda opción, es la terrenal burocracia del sistema judicial argentino.

 El celular de Baratta da indicios de su conocimiento en la ruta de las coimas y en el armado de “informetas” con empresarios, sindicalistas, abogados y periodistas militantes. Es el caso de los mensajes enviados al arrepentido de la causa Cuadernos, Armando Loson del Grupo Albanesi. Antes de que apareciesen los Cuadernos de la Corrupción, Baratta intercambia información con el empresario sobre Elías Ezequiel Sapag –también involucrado en la megacausa judicial-. A pesar de haber perdido el poder, ya fuera del ministerio de Planificación Federal, la ex mano derecha de De Vido seguía manejando hilos de la obra pública y la Energía en el país. Habla de juntarse con funcionarios de Formosa y, a semanas del desafuero como diputado nacional de su ex jefe político, Baratta le escribe a Gildo Insfrán, gobernador de Formosa, por emprendimientos empresarios en la provincia del norte argentino. También se ocupa de “la pista de Frías”, emprendimiento energético en Santiago del Estero. El 17 de octubre de 2017, como si nada importase, lo saluda a Insfrán y le recuerda lo hablado personal o telefónicamente: “Compañero no me olvidé. Porque mejor que decir es hacer. Me estoy ocupando del tema. Abrazo”. Días después le reitera el pedido.

Mientras los negocios continuaban, la ex mujer de Centeno Hilda Horovitz, le mandaba mensajes de WhatsApp con referencias a dinero sucio, testaferros y “cuadernos” de la corrupción. Baratta sabía. Pero siguió adelante. Los Cuadernos eran de Papel y no fotocopias inventadas por agentes de inteligencia macristas.

Este material ya forma parte de la causa Gas Licuado y fue solicitado por la fiscal de Instrucción Fabiana León para que forme parte del cuerpo judicial de Cuadernos.

El período de tiempo que recoge el celular es desde enero 2016 hasta semanas antes de la detención de Baratta en agosto de 2018. Aquí se reconstruyen sus apreciaciones sobre el posible desafuero de De Vido y la posterior detención, los primeros meses de Macri en el poder, las causas Gas Licuado y Río Turbio, el armado de causas judiciales espejo y comunicaciones con ministros, ex funcionarios, empresarios y periodistas que oficiaban de voceros de los intereses de Baratta.

Peajes al sindicato

Entre los miles de chats que mantuvo Baratta durante los años 2016 y 2017, hasta el momento de su detención por la causa Yacimientos Río Turbio, con más de 300 contactos, aparecen los efectuados con su ex mano derecha, Nelson Lazarte. El sindicalista señalado para retirar cheques es Rubén Prieto, ex tesorero del Sindicato de Obreros de Estaciones de Servicio, GNC, Garages, Playas de Estacionamiento y Lavaderos de Autos de Capital Federal y Provincia de Buenos Aires. El año pasado falleció en medio de la pandemia. Su hijo es delegado del sindicato en San Martín y su referente actual es Carlos Acuña. Esther habría sido una secretaria histórica del fallecido tesorero. Baratta manejaba el área de Energía del ministerio de De Vido.

Votar con la nariz tapada

Con De Vido, Baratta intercambia sus sensaciones políticas como el día que se realizaron las elecciones PASO 2017. La tarde del 13 de agosto de ese año, Baratta le confiesa a su jefe: “Ya me tapé la nariz y voté”. De Vido le responde: “Ah por eso es que te tiene caracúlico”. El ex ministro dibuja un cuadro político de los traidores: “Nota ilustrativa sobre todo si tenemos en cuenta q nos hemos enfrentado a Randazzo, Ocaña y Massa todos inventos de entornos que se erigieron para demoler a los compañeros q nunca traicionaron y hoy son sus principales detractores eso sin recordar a Bossio, Alberto Fernandez y Lousteau entre otras mierdas”. Baratta asiente.

Las “Tortas” del Chofer

La relación de Baratta con su ex chofer Centeno se mantuvo hasta la aparición de los Cuadernos. Así lo confirma otro chat inédito que revelamos en La Cornisa fechado 10 de octubre de 2017, semanas antes de la detención del funcionario: “Listo, ya retiré” le informa Centeno. Baratta le dice dos días después: “Antes de ir a buscar las tortas pasa por casa a agarrar la plata” Centeno le contesta: “Los espero en el subsuelo, llueve”. Efectivamente, el 12 de octubre cayeron lluvias aisladas sobre la ciudad de Buenos Aires según el Servicio Meteorológico de ese día. El diálogo concluye con una advertencia de Centeno: “Viste. Hay 2 cámara filmando la entrada y el piso”. El ex funcionario quería evitar los registros de su visita a un subsuelo de alguna oficina de la Ciudad.

El pacto de Omertá

Ese 2017, Baratta estaba preocupado por la Causa Gas Licuado y por el escándalo en Yacimientos Río Turbio que provocó el desafuero del, por aquel entonces, diputado nacional Julio De Vido.

El 13 de julio de ese año, lo contacta el abogado Adrián Albor, a espaldas de los abogados defensores de Baratta tal como le hace saber en los diálogos. Albor es un abogado militante que da clases en la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo y que defiende al piquetero Luis D´elia. En YRT representó a Fernando Lisse, un ex funcionario investigado por el fiscal Carlos Stornelli. Ese mes, la justicia había rechazado la eximición de prisión de Lisse y parecía que podían empezar a quebrarse los ex funcionarios. Stornelli pide la detención de 23 personas entre ellas De Vido, el ex secretario de Minería Jorge Mayoral, Baratta, entre otros, pero el juez federal, Luis Rodríguez, las niega. Se los acusaba de haber defraudado al Estado en por lo menos 264.935.123 de pesos que no se aplicaron en la puesta en marcha de la mina de carbón de Rio Turbio.

El 28 de julio de ese año, Baratta le pasa información a Albor del marido de Guerrero –José-, Director Nacional de Reincidencias. Se trata de María Alejandra Provitola, secretaria, en aquel entonces de Stornelli y actual jueza en Capital Federal. La indicación la había recibido de De Vido tal como revelan los chats que está en poder de la justicia.

Albor contesta: “Fijate el error de nuestras propias mezquindades. Cuando dejamos que nos demonicen a los compañeros creyendo que desactivamos gente que nos puede hacer sombra de nuestro propio lado. Ellos no dejan demonizar ni a los que agarran en flagrancia. Arribas, Gómez Centurión, Macri mismo…” “Nunca debimos permitir que demonicen a Boudou”, concluye. En la conversación, Albor invita a Baratta a una estrategia en común: Vamos a tener que reunirnos… Establecer estrategia en común… Baratta le responde: “Dale Perfecto”.

El periodismo militante comete un error

El 30 de agosto de 2016, De Vido vio el rostro de uno de sus hijos en una publicación del sitio web del periodista militante, Roberto Navarro. Inmediatamente le escribió a Baratta: “Decile a la mierda hija de puta de Navarro si le gustaría q sus hijos salieran en internet con foto por alguna cagada q hubiera hecho el flor de basura agrandada q comió de la mano nuestra ojalá lo hagan cagar eso espero”. Baratta fue expeditivo: “Lo mato”.

A De Vido, el enojo no se le pasaba: “Mira vos a este sorete borracho de mierda”. “Yo ya le dije al ruso pero vos llámalo también y disciplina lo para q hable con el” agregó De Vido dando a entender que había hablado con Horacio Verbitsky. “Ok entendido” respondió Baratta. “Y decile a la mierda esta q lo baje ya”.

Los periodistas militantes obedecían los enojos de sus jefes políticos. También lo hacían para impulsar las operaciones y campañas sucias orquestadas por Julio De Vido y su mano derecha, Roberto Baratta.

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