Dos ex agentes de la AFI pidieron la nulidad de pruebas clave para la causa por presunto espionaje macrista

Se trata de Facundo Melo y Leandro Araque, quienes además pidieron ser sobreseídos y lanzaron graves acusaciones contra el ex juez del caso Federico Villena.

Actualidad16/06/2021Alejandro CabreraAlejandro Cabrera
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Los ex agentes de inteligencia Facundo Melo y Leandro Araque pidieron este miércoles la nulidad de pruebas clave para la causa por presunto espionaje macrista nacida en Lomas de Zamora, que hoy tramita en Comodoro Py. Lo hicieron mediante un escrito de 78 páginas presentado por su abogado defensor, Fernando Sicilia, en el que impugnaron la declaración del narcotraficante Sergio «Verdura» Rodríguez –que fue la que dio inicio al expediente– y los procedimientos dispuestos por el primer juez del caso, Federico Villena, para hacerse de elementos que le permitieran avanzar con la investigación. A su criterio, el titular del juzgado federal 1 de Lomas de Zamora incursionó en una «expedición de pesca» plagada de irregularidades que, de probarse, podrían derivar en la caída del causa y el sobreseimiento de los imputados. La suerte de esta presentación depende ahora del juez Marcelo Martínez de Giorgi.

En su exposición, los ex integrantes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) también le recordaron a Martínez de Giorgi que el 5 de junio de 2020 y «previo a conocer siquiera una foja del expediente» se presentaron en su juzgado para advertir sobre este «armado ilegítimo». «Notará V.S que mientras se jugaba una batalla mediática, mis asistidos intentaban defenderse en el plano legal, donde se les vedaba totalmente el acceso a la justicia», señaló su defensor.

Verdura, Villena y los celulares

El primer punto objetado por la defensa de Melo y Araque fue la declaración de «Verdura» Rodríguez, quien había sido detenido por Villena el 20 de febrero de 2020 como presunto jefe de una organización narcocriminal. Rodríguez declaró tres veces ante el juez de Lomas de Zamora, pero recién en la segunda cita mencionó a Melo por primera vez. Entonces, dijo que se acercó al ex espía en busca de apoyo para extender su negocio hacia la villa Sapito de Lanús. En la siguiente y última, el narco aseguró que «haciendo memoria» en el Hospital Penitenciario Central recordó que en julio de 2018 Melo le pidió el «favor» de colocar un artefacto explosivo en la puerta de un edificio situado en avenida Callao al 1200 para darle «un susto» a una persona que terminaría siendo el entonces funcionario José Luis Vila y que, a modo de retribución, le prometió que le entregaría una credencial de la AFI para que pudiera operar sin problemas.

Para el abogado Sicilia, las declaraciones de Rodríguez que dio origen a la imputación de Melo fue cuanto menos «sospechosa». No sólo por ciertas imprecisiones y contradicciones respecto a una supuesta reunión con el ex AFI en su estudio jurídico y al propio episodio de la bomba, sino también porque el narco no se acogió a la ley del arrepentido para aportar esa información y que la transcripción de la indagatorias «lucen sin firmas» en el expediente.

Pero eso no fue todo: el letrado señaló además que quienes se habrían visto beneficiados con estas declaraciones fueron los familiares de «Verdura», también detenidos por la causa narco y a los que Villena les terminó concediendo el arresto domiciliario. «O el Sr. Rodríguez fue coaccionado, o se le hicieron promesas para mentir», concluyó Sicilia en el texto al que PeriodismoyPunto tuvo acceso exclusivo.

Otro punto puesto bajo la lupa de la defensa de Melo y Araque fueron los procedimientos dispuestos por Villena para avanzar con la pesquisa y hacerse de sus teléfonos celulares, los cuales le abrieron las puertas a los grupos de WhatsApp que ex agentes de la AFI compartieron durante el gobierno de Mauricio Macri y cuyos contenidos hoy representan la columna vertebral de la causa por presunto espionaje ilegal.

Sobre este último punto, Sicilia denunció que el juzgado de Villena no respetó la cadena de custodia de los teléfonos de sus clientes y que los mismos fueron manipulados. Y también recordó que cuando Juan Pablo Augé, el segundo juez que tuvo la causa, ordenó nuevas pericias sobre los aparatos, las mismas fueron realizadas sin presencia del perito de parte, debido a que la fecha de las tareas fue adelantada sin previo aviso «para ganar tiempo».

De prosperar el planteo de nulidades presentado por la defensa de Melo y Araque, la causa por la que están procesados los ex jefes de la AFI macrista, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, junto al ex director del Servicio Penintenciario Federal, Emiliano Blanco, y otros 35 ex agentes, podría caerse y terminar en sus respectivos sobreseimientos. La palabra ahora la tiene el juez Martínez de Giorgi.

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