La protesta en los trenes sigue causando demoras en todas las líneas

Los trenes siguen con la protesta que inició el lunes y desde temprano el servicio está retrasado, ya que los trenes siguen circulando a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora.
Según el sindicato, las vías y los trenes están en malas condiciones, lo cual está relacionado con la Emergencia Ferroviaria declarada por el Gobierno nacional en junio de este año. En la oficina de Transporte piensan que esta es una buena razón para una protesta, ya que el sindicato es el único en el área que no aceptó el reciente aumento salarial del 3,5% para los últimos dos meses de 2024.

Esta decisión causa problemas en las seis líneas de tren -Roca, Mitre, San Martín, Urquiza, Belgrano Sur y Sarmiento- que operan en el Área Metropolitana de Buenos Aires y ya se había tomado en otras ocasiones durante la gestión de Milei, cuando también se estaban discutiendo los salarios. Actualmente, en la conversación sobre este asunto con el conjunto de empresas de trenes agrupadas en Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FASE), argumentan que la propuesta es escasa y que tienen un atraso del 42,6% desde diciembre.

En Constitución, muchas personas se reúnen en el centro de la estación y miran las pantallas electrónicas para ver cuánto tardarán en llegar los trenes, ya que van más despacio de lo normal.
Según el Gobierno, en el día de ayer dijeron que "esta vez no convocaron a una huelga porque saben que no les beneficiaría". Lo hacen para disminuir la velocidad, lo cual molesta mucho a la gente, y le dieron la excusa de la emergencia ferroviaria. Se menciona que el viernes 29 llegaron a un acuerdo con los demás sindicatos implicados. "Las fuentes de la secretaría dirigida por Franco Mogetta de Córdoba afirmaron que no van a aceptar las presiones de los sindicatos que buscan mantener sus beneficios a costa de afectar a la gente con sus reclamos."

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En los folletos que se entregaron en las estaciones, trataban de explicar por qué los conductores de trenes tomaron esa decisión. Expresaban: "Estamos ante una de las peores situaciones en el sistema de trenes." En ese lugar destacaron que los trenes necesitan piezas nuevas y arreglos rápidamente, las vías deben ser mejoradas para garantizar seguridad y comodidad, y los sistemas de comunicación y señales deben ser actualizados.

El accidente que ocurrió el 10 de mayo en Palermo, entre un tren de pasajeros en movimiento y otro detenido, causó más de 90 heridos y ha levantado preocupaciones sobre la seguridad en los trenes. Por eso, a mediados del mes que viene, el Gobierno declaró una situación de emergencia en el sistema ferroviario. El 20 de noviembre, el departamento de Transporte informó que comenzarán 226 proyectos. De estos, 109 serán en carreteras y puentes, 56 en señalización, 28 en electricidad y 33 en construcciones civiles. Contará con un presupuesto adicional de 1.3 billones de pesos.

Entre agosto y octubre se asignaron más de 45 mil millones de pesos para las obras que ya están siendo realizadas. Una de las cosas más importantes es la tecnología de frenado automático ATS, que se instalará en las líneas de tren San Martín, Sarmiento y Mitre para "mejorar la seguridad al circular".

En la Casa Rosada creen que, debido al déficit operativo que tienen, los ferrocarriles deberían ser privatizados de nuevo, como en los años 90, a pesar de los esfuerzos por mejorar el servicio.

El 23 de octubre se informó que el Ferrocarril Belgrano Cargas será privatizado. Diego Chaher, quien dirige la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, explicó que la decisión se tomó debido a una ley aprobada en el Congreso a mediados de año.

"Belgrano Cargas, bajo control del gobierno, tiene muchas pérdidas y cuenta con una planta laboral excesiva de 4.429 empleados, además de una estructura jerárquica que no se ajusta a sus necesidades." El año pasado, el gobierno argentino informó que todos los contribuyentes del país tuvieron que pagar 112 millones de dólares para mantenerlo funcionando.

Las compañías controladas por el gobierno en esa área también experimentaron una reducción significativa de empleados durante el tiempo en que Javier Milei estuvo a cargo.

Desorden en Plaza Constitución en las horas de mayor tráfico.

Después de las 6 de la tarde del lunes, hubo disturbios en la estación Plaza Constitución. La línea Roca tuvo muchos problemas, y algunos de sus ramales estuvieron cerrados durante una hora desde la estación principal, lo que dificultó el regreso a casa.

Muchos pasajeros decidieron subir a los trenes que estaban en servicio y viajar hasta Temperley, que es una estación de conexión. Desde ese lugar, tuvieron que coger otro tipo de transporte para terminar el viaje.

Además, las formaciones que sí salieron lo hicieron menos veces. Esto hizo que hubiera más pasajeros de lo normal en cada vagón, por lo que cada tren que salió estaba lleno de gente.