La historia de FADEA, otro reducto camporista en las FFAA

Investigación02 de febrero de 2016 Alicia Panero
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La Fábrica Argentina de Aviones Sociedad Anónima, es un reducto k por excelencia, desde que desembarcaron allí en 2013, bajo la gestión del Ministro Agustín Rossi. Cuando ya nada era lo que fue, y lo poco que quedaba dejo de serlo. En esa vocación fundacional del kirchnerismo, con inversiones millonarias que no llevaron a ningún desarrollo, se descuidó su pasado, que bien podría ser patrimonio arquitectónico, cultural o industrial, nacional. Se invirtió mucho dinero público y no hay resultados consecuentes.

Repasemos su historia

La fábrica militar de aviones comenzó su actividad en 1927, con técnicos especializados orientados a la producción aeronáutica. En 1952, se crea, durante la presidencia de Perón lo que se conoció como el IAME, Industrias aeronáuticas y mecánicas del Estado, por iniciativa del entonces ministro de Aeronáutica Brigadier San Martin.

IAME quedó integrado por diez fábricas: de Aviones, de Motores de Aviones, de Motores a Reacción, de Instrumentos y Equipos (para aviones y automóviles), de Paracaídas, de Hélices y Accesorios, de Máquinas y Herramientas en el área aeronáutica y de Automóviles, de Tractores, de Motocicletas y de Automóviles. Además existía un departamento de Metalurgia común a todas.

La fábrica fue la precursora de la instalación de industrias automotrices que le dieron vida a Córdoba durante muchas décadas.
El predio, se había comenzado a construir en 1923. Durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear . El lugar elegido se llamaba Las Playas y allí en 1863, se libró el combate entre las tropas del general Wenceslao Paunero y las del general Vicente (Chacho) Peñaloza.

Estos campos estaban ubicados en lo que era amplia jurisdicción del pueblito indígena «La Toma».

La construcción de los edificios de la Fábrica Militar de Aviones comenzó en 1927, al igual que los de la Escuela de Oficiales y Suboficiales de la Fuerza Aérea y del barrio para el personal de la fábrica.

El barrio Aeronáutico fue proyectado y diseñado entre 1936 y 1946 por el arquitecto Alejandro Bustillo, quien tuvo una importante trayectoria en nuestro país. Diseño y construyo el Hotel Provincial y la Rambla de Mar del Plata, el Hotel Llao LLao y el centro cívico de la ciudad de Bariloche, el monumento a la bandera entre otros.

El barrio Aeronáutico, surge de una planificación minuciosa y posee características que devienen desde el período colonial. Consta de un Centro Cívico, un eje principal definido desde el ingreso conduce a los edificios institucionales, a través de un parque de trazado geométrico y simétrico con respecto al mismo y desemboca en la plaza principal y la iglesia.

Este espacio se completa con dos alas de galerías que enlazan dos edificios administrativos, de salud y comerciales del Centro Cívico. En la planta baja continúan las recovas cuyas portadas principales marcan el ingreso.

Por ejemplo el lado oeste donde se encuentra el cine-teatro es igual al del Cabildo de Buenos Aires.
Hoy el barrio, y desde hace muchas décadas provee vivienda a los suboficiales de la Fuerza Área de la Guarnición Área Córdoba, sin ninguna política de preservación del patrimonio, completamente descuidado y agredido por nuevas construcciones, por la falta de presupuesto.
El daño histórico, y la falta de valoración del patrimonio cultural, parecen corresponderse con la actitud fundacional del kirchnerismo, descuidistas de obras del pasado. La historia empieza con ellos.

Después de muchas gestiones, estatales, quince años de administración privada a cargo de la empresa de Lockheed Martin, nada quedo de aquella poderosa industria que fabrico desde los famosos Pulqui I y II que posicionaron a la Argentina en el sexto lugar del mundo en producción de aviones a reacción, las motos Puma, y el tan argentino Rastrojero, antecedente de los utilitarios modernos.

Hoy Fadea SA tiene muchos proyectos y poca realización. Re estatizada en 2009 en una maniobra que costo ciento diez millones de dólares, ocupada por la agrupación Kirchnerista “ La Campora” desde 2013, hoy cuenta con 1700 empleados de planta y algunos que son externos, como parte de órdenes de compra de trabajo, por requerir profesionales especializados.

Realiza el mantenimiento de los aviones de entrenamiento Grob, que compro Fadea en 2012 y alquila a la Fuerza Aérea Argentina, para la capacitación de pilotos militares.

Luego de su estatización y al mejor estilo k, se anunció que se harían 40 aviones IA-63 Pampa III, se repotenciaría el Pucará, avanzaría el proyecto de avión de la Unasur y se fabricaría un helicóptero sobre la base de un prototipo chino (CZ 11). Después firmó un acuerdo para la producción de piezas para el KC-390 de Embraer. Hace pocos meses, el ex director de producción, Tulio Calderón, agregó que en sociedad con Invap la planta se subiría a la industria de los drones. Según Apta, Asociación del Personal Técnico Aeronáutico de la República Argentina, todo quedó en anuncios. Del Pampa no hay nada concreto. «Los técnicos hacen lo que pueden». Del helicóptero se ensambló el prototipo chino y ahí terminó el proceso. Del avión para la Unasur empezó el proyecto y pronto se detuvo. De los cinco conjuntos de partes comprometidas con Embraer se entregaron tres y el resto está demorado; en la empresa responsabilizan a la firma brasileña.

La presentación del prototipo de Pampa se hizo tres veces durante el gobierno de Cristina Fernández, con su consabido acto y militancia.
La administración de la campora llego de la mano de Matías Savoca, ex director de Negocios en Defensa y Seguridad de Fabricaciones Militares, cuando Defensa decidió apartar a Argañaras, por sus demasiados desmanejos de fondos y deudas a proveedores.

Argañaraz fue quien contrato a Florencia Peña, para dar una charla de violencia de genero por la que cobro algo más de cincuenta mil pesos en el año 2012, hecho por el que fue muy cuestionado. Fue también denunciado por APTA por obligar a los empleados a responder un cuestionario político y de impartir adoctrinamiento obligatorio.

Ya con la conducción camporista hubo un polémico catering. En octubre de 2014, cuando el ministro de Defensa, Agustín Rossi, presidió el 87º aniversario y anunció el acuerdo con Embraer, se pagaron $ 646.000 para un almuerzo de 1900 personas.

También se realizaban otras actividades de este tipo como fiestas, cenas, almuerzos para los militantes, donde se podía ver el armado de livings en los hangares.

Ya en 2015 señalaban los representantes de Apta a La Nación «Entre los técnicos crece la preocupación: la actividad es mínima y no se hacen trabajos para el exterior. El gremio afirma que no se requieren más de 60 personas para lo que se está haciendo. »

Se instaló una planta de pintura, para atender la nueva imagen de aerolíneas, pero solo se pintó un avión hasta principios de 2015. Según los representantes sindicales, los aviones se seguirían pintando afuera.
La fábrica gasto durante la gestión kirchnerista, setenta millones de dólares por año para producir poco y nada. Creció en un cuarenta por ciento en empleados militantes desde su estatización en 2009.

El Ministro de Defensa Julio Cesar Martínez designo como directora de Fadea a la Doctora Cristina Salzwedel, ex apoderada del partido Radical de La Rioja, quien público en su cuenta de la red social Twiter, este lunes 1 de febrero la presencia del ministro en Fadea. Este habría anunciado el despido de 200 personas y la implementación de un sistema de retiros voluntarios, según se pudo saber por fuentes internas.

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