Macron halaga a Marruecos al elogiar la brillante historia de la España de al-Ándalus

Hace tiempo, la época de al-Ándalus convirtió a España y al sur de Francia en un lugar de intercambio cultural, afirmó recientemente el líder.

Actualidad11/11/2024Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Emmanuel Macron y el Rey Mohamed VI.

Apartado de la escena política nacional, luego de la disolución de la Asamblea y la llegada al poder de Michel Barnier, el presidente Emmanuel Macron se dedica a lo que en Francia se conoce como los "ámbitos exclusivos" del jefe de Estado, es decir, la diplomacia y la seguridad nacional. La recién estrenada estrategia diplomática de Macron en el Magreb incluye cambios repentinos y concesiones que serán determinantes en lo que algunos ya denominan como el declive de su reinado.

Menos de un año atrás, la "reconciliación entre París y Rabat" era algo impensable, pero ahora ha sido celebrada con gran esplendor durante la visita oficial del presidente francés a Marruecos a finales de octubre. Desde que el avión presidencial francés aterrizó, Macron ha estado acompañado por el rey Mohamed VI, quien ha sorprendido a todos con su notable adelgazamiento. En las calles de Rabat, el presidente ha podido disfrutar de algo que en su país le está prohibido por motivos de seguridad y temor a un fracaso en los medios: un baño de masas que, a pesar de su criticado narcisismo, le compensará por la falta de confianza que le tienen sus compatriotas, alcanzando un mínimo histórico del 15%. 

Según numerosos expertos en Francia, la realización exitosa de la "cumbre" en Rabat se debe a que el Elíseo ha cumplido meticulosamente con las demandas que el monarca alauí había planteado durante años, tal como lo celebran los seguidores de Macron y las estadísticas. 

Una de las demandas más importantes, la más crucial, la base fundamental de la diplomacia marroquí, es ampliamente reconocida por los españoles: aceptar de manera oficial la autoridad de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. El 31 de julio pasado, París oficializó su cambio de rumbo estratégico al dejar de lado las sugerencias de la ONU y el respaldo discreto al pueblo saharaui, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos, España y Alemania.

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Argelia y su sentimiento de "antipatía hacia Francia"
En palabras de Macron durante su visita a Rabat, se abre un nuevo episodio en la historia de la amistad entre Francia y Marruecos en medio de un contexto global en constante evolución. La política magrebí de París es especialmente susceptible a experimentar una "transformación veloz". Desde que asumió el cargo en 2017, Macron ha centrado su atención diplomática en el norte de África, cortejando a Argelia con gestos de arrepentimiento y humildad ante los líderes de este país que obtuvo su independencia de Francia en 1962. 

Incluso en Argel, Macron afirmó que la ocupación francesa de Argelia podría ser considerada como un acto atroz en contra de la humanidad. Sin embargo, mostrar sumisión ante los líderes autoritarios de la ex colonia no le estaba siendo beneficioso ni para lograr una reconciliación auténtica, ni para adquirir gas, y mucho menos para obtener una porción de los 23.000 millones de euros del presupuesto militar argelino que el año pasado despertaba la codicia de los encargados de comercializar los aviones de guerra franceses, Rafale. 

Harto de los desaires y demandas de su homólogo argelino, Abdelmajid Tebún, Macron puso fin a los intentos de acercamiento con una declaración sorprendente y poco diplomática en 2023. Durante un encuentro con jóvenes descendientes de los implicados en la lucha entre los independentistas argelinos y Francia (1954-1962), expresó que Argelia ha edificado su identidad en un tesoro de recuerdos, preservado por un entramado político-militar. Además, señaló que la narrativa oficial argelina ha sido completamente reelaborada, no fundamentada en hechos verídicos, sino en un relato que se nutre de sentimientos de animadversión hacia Francia. Una idea que la mayoría de los ciudadanos franceses respaldaría, pero que horrorizó a los experimentados diplomáticos de la sede del ministerio de Relaciones Exteriores, a los cuales Macron menosprecia. 

Unos días después, cuando la magia de la reciente luna de miel entre París y Rabat aún flotaba en el aire, Argelia tomó la decisión de cortar los lazos comerciales con Francia, suspendiendo tanto las exportaciones como las importaciones con su antigua metrópoli. La imposición de sanciones por parte del gobierno de Tebún tendrá un impacto mayor en la nación africana que en Francia, lo que lleva a algunos analistas argelinos, en el extranjero, a ver esta acción como un acto que se vuelve en contra de sus propios intereses. Excluyendo el petróleo y el gas, Francia es el principal aliado comercial de su antigua región. La travesura podría resultar en un gasto de alrededor de 10.000 millones de euros para Argelia en esa área.

Claro que sí, la tendencia argelina hacia la deriva, tanto en asuntos internos como externos, fortalece la presencia de Rusia, un importante aliado del sistema político-militar que gobierna la nación. Sin embargo, los habitantes de Argelia no muestran un gran entusiasmo por cambiar los artículos franceses por aquellos fabricados en Rusia. 

El agente secreto de Marruecos honrado por la capital francesa.
El cambio repentino hacia el oeste del Magreb y la aproximación a Marruecos necesitaban cumplir con otras "exigencias" para ser aprobadas por el rey, especialmente aquellas relacionadas con el escándalo revelado en 2021 por el grupo de periodistas Forbidden Stories. Este escándalo denunciaba la vigilancia telefónica llevada a cabo por los servicios de inteligencia marroquíes en Francia a través del sistema Pegasus, afectando al presidente Macron y a varios de sus ministros. En dos ocasiones Macron llamó a Mohamed VI para indagar sobre el asunto; en la segunda llamada, el monarca marroquí cortó la comunicación al sentir que su interlocutor ponía en duda su inocencia.

Abdelatif Hamuchi es identificado como el encargado de los servicios de inteligencia de Marruecos, siendo señalado como la mente maestra detrás del presunto acto de espionaje. Hace una década, el influyente líder de la inteligencia marroquí, conocido como 'zar', se convirtió en el centro de atención en Francia. Una juez parisina intentaba detenerlo bajo sospecha de cometer "crímenes contra la humanidad". Esta acusación se basaba en el testimonio de dos ciudadanos con doble nacionalidad que lo acusaban de haber perpetrado actos de tortura en suelo marroquí. De acuerdo con lo reportado por la revista humorística 'Le Canard enchaîné' en su publicación del 2 de octubre, se reveló que Hamuchi estaba implicado en la campaña en la prensa argelina contra Macron en 2023, la cual se enfocaba en cuestionar su "falta de firmeza política". Se debe interpretar el término "política" como una forma de mitigar cualquier posible ofensa.

En el día de hoy, Hamuchi puede alardear de haber sido condecorado con la prestigiosa Legión de Honor por su valiosa contribución en la captura de uno de los responsables del atentado islamista del 13 de noviembre de 2015 en París, así como con la distinguida Medalla de Honor de la policía francesa, otorgada en este mismo año. ¿Es posible combinar la reconciliación con el pragmatismo?

Una avalancha de contratos millonarios para consolidar la "reconciliación".
La visita de Macron a Rabat durante dos días y su enfoque pragmático también resulta en una generosa suma de 10.000 millones de euros en proyectos e inversiones prometidas para compañías francesas. En el avión oficial del presidente viajaban más de 40 líderes de empresas francesas que confiaban en haber asegurado acuerdos para diversos proyectos, como la construcción del siguiente tramo del tren de alta velocidad entre Tánger y Marrakech por Alstom, la fabricación de 12 vagones para la misma ruta, la creación de la planta de desalinización más grande del mundo por Veolia, iniciativas de energía sostenible por Total, entre otros. Dentro del ámbito militar, la propuesta de venta francesa abarca 18 helicópteros de transporte Caracal, fabricados por Airbus, y dos submarinos Scorpene. Francia está compitiendo con Boeing para que Airbus consiga la mayoría de los 118 aviones comerciales que la Royal Air Maroc necesita para modernizar su flota antes de 2030. Sin embargo, Marruecos optó por adquirir un satélite de vigilancia israelí en lugar del ofrecido por Francia este año.

La migración y el tráfico de drogas
Es imposible realizar transacciones comerciales sin haber establecido previamente los detalles del discurso político, y en este sentido, el Parlamento de Rabat fue el lugar elegido por ambas partes para que el mandatario francés comunicara su mensaje. 

En su discurso ante el parlamento marroquí, Macron destacó la importancia de abordar la inmigración clandestina y el contrabando de drogas como dos de sus principales preocupaciones. Macron instó a establecer una colaboración armoniosa y espontánea con Marruecos para combatir la migración ilegal. Para mejorar la eficacia en este tema, resaltó la importancia de que las autoridades marroquíes acepten el regreso de los ciudadanos expulsados de Francia por ingresar ilegalmente a su país. 

El mandatario de Francia deseó expresarse de manera contundente acerca del tráfico de drogas: Es fundamental fortalecer la colaboración judicial para combatir de manera eficaz y veloz todas las formas de tráfico. Es ampliamente conocido que el hachís, la droga más popular en Francia, tiene su origen en Marruecos y llega en su mayoría a través de España.

La cuestión de la inmigración es un tema recurrente que genera fricciones entre París y Rabat. En la actualidad, el nuevo ministro francés del Interior, Bruno Ratailleau, está apostando fuertemente por esta medida, que se ha convertido en su principal enfoque. Propone una postura más estricta en materia de política francesa en este ámbito. Francia se encuentra aún impactada por la conmoción causada por la violación y el homicidio de una estudiante universitaria a manos de un individuo marroquí que previamente había agredido sexualmente a otra mujer francesa y estaba a la espera de ser deportado.

El desliz de Macron en relación a al-Ándalus
Frente a los legisladores de una nación mayoritariamente musulmana, cuyo rey es reconocido como descendiente del profeta y líder de los creyentes, Macron deseaba transmitir un mensaje que resonara tanto en la población local como en la comunidad musulmana de Francia. Con el propósito en mente, decidió elogiar al-Ándalus, la época en la que los musulmanes invadieron y gobernaron España, Portugal y una parte de Francia durante ocho siglos. Frente a una audiencia sorprendida por su valentía inesperada, el líder de Francia expresó de forma literal: Durante la época de al-Ándalus, España y el sur de Francia se convirtieron en un lugar donde se mezclaban y compartían vuestras tradiciones culturales. Hizo referencia a la Giralda de Sevilla como un ejemplo...

Quien redactó el discurso para el presidente, conocido como 'escritor fantasma' o 'negro', probablemente no estaba al tanto de la situación de desigualdad que experimentaban los cristianos o judíos como 'dhimmis' en las sociedades gobernadas por musulmanes. Ni el autor del discurso ni Macron han consultado la obra del arabista y docente español Serafín Fanjul, quien en su libro 'Al-Ándalus, la creación de un mito', expone lo que esa figura imagina también para Macron: La verdad histórica ha sido eclipsada por la influencia de la creencia, la cual resulta tan atrayente que las tentadoras sirenas del conformismo la han desviado a su favor, convirtiendo a la España de aquel entonces en un auténtico Edén multicultural perdido en el panorama europeo. 

Redactado en el año 2017 y, de hecho, traducido y lanzado por la editorial francesa L’artilleur, Fanjul acierta en su análisis. Macron, al igual que muchos que desconocen el tema, busca emplear el engaño de al-Ándalus de la misma manera en que los islamizquierdistas lo hacen en España o Francia. La postura del presidente francés hacia el islam en su nación ha sido siempre ambigua. Al hacer sus declaraciones en Rabat, también buscaba complacer a las áreas suburbanas francesas, mientras las fuerzas laicas en su país luchan contra la infiltración islamista en diversos ámbitos de la sociedad francesa, como la educación, el trabajo, el deporte y la cultura. A no ser que Macron considere que ceder a las demandas de Marruecos implica más que simplemente venderle trenes y aviones, sino también aceptar un estado de sumisión similar al que experimentaban los no musulmanes en la histórica Al-Ándalus, que él tanto admira.

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