El descenso en el valor del litio y sus repercusiones en América Latina

¿De qué manera se puede justificar una caída tan marcada? A pesar de la influencia de diversos elementos, la causa principal radica en un factor: una abundancia de litio en el mercado y una escasa demanda del mismo.

Resulta paradójico considerar que el litio, ese supermineral vital en las baterías de vehículos eléctricos, teléfonos móviles y ordenadores, tan solicitados en la actualidad, sea objeto de esta reflexión. Ante el aumento en la popularidad de los vehículos eléctricos en los principales mercados globales, los fabricantes del valioso "oro blanco" se anticiparon a una creciente demanda, especialmente por parte de la industria automotriz. La dificultad radica en que la demanda no logró alcanzar la velocidad prevista, lo que llevó a una sobreabundancia de litio en el mercado.

El papel fundamental de China, el principal mercado de vehículos eléctricos a nivel mundial, fue destacado debido a que las ventas en el país asiático el año pasado no cumplieron con las expectativas optimistas previstas por los fabricantes de litio.

El efecto en el principal fabricante global de litio

En Australia, la brusca disminución del valor ha golpeado con especial fuerza. La circunstancia llevó a la interrupción parcial de ciertas actividades mineras en la nación, mientras que en otros casos se registró una disminución en la cantidad de producción. Empresas como Core Lithium, Albemarle y Arcadium Lithium fueron las encargadas de hacer el anuncio.

A pesar de que ciertos fabricantes están deteniendo sus actividades, hay otros, como Pilbara Minerals, que están aumentando sus operaciones, apostando a que la demanda global de litio (y los precios) se recuperarán.

Kingsley Jones, quien es el creador de la empresa de inversión Jevons Global ubicada en Canberra y se especializa en la vigilancia de los ámbitos de minería y metales, también tiene esa misma confianza.

En una entrevista con la BBC, se menciona que el litio continúa siendo de gran importancia para el cambio hacia fuentes de energía más sostenibles.

Sin embargo, numerosos expertos señalan que la abundancia de productos mantendrá al mercado en una situación desafiante hasta por lo menos el año 2028. Australia se enfrenta a otros retos adicionales. Según el profesor Rick Valenta, director del Instituto de Minerales Sostenibles de la Universidad de Queensland, el país necesita tres veces la cantidad de energía en comparación con Chile y Argentina, que son grandes productores de litio. En Australia, se necesita más energía para extraer el mineral de litio, llamado espodumena, de la roca sólida, a diferencia de Chile y Argentina, donde se obtiene evaporando el mineral de la salmuera.

Según Valenta, Australia consume una mayor cantidad de energía y emite más gases al tener operaciones de extracción de roca dura en comparación con las operaciones de salmuera.

¿Cuál es la situación actual en América Latina?

Cuando mencionamos América Latina, nos estamos refiriendo principalmente a dos naciones. Chile y Argentina cuentan con este recurso, ya que Bolivia lo posee pero no lo está explotando. Tanto las compañías privadas que extraen el mineral como las arcas públicas se han visto afectadas por la disminución del precio en ambos países, ya que las mineras pagan menos impuestos y regalías al Estado.

En Chile, dos importantes compañías privadas son responsables de la producción de litio en el Salar de Atacama. SQM y Albemarle son dos empresas que compiten en el mercado de la producción de litio. Estas empresas se encargan de extraer, transformar y comercializar el metal en áreas que son propiedad del Estado.

Se trata de una suerte de convenio en el que el Estado chileno cede en "alquiler" la propiedad minera, específicamente el Salar de Atacama (uno de los depósitos más destacados a nivel mundial por la excelencia del producto y los costes de producción reducidos), y las compañías abonan por obtener la autorización de explotar el recurso minero. El sistema tributario al que están sometidas estas dos empresas varía significativamente en función del valor del litio.

Se trata de una disposición en forma de escalera: a medida que el precio aumenta, también crece la cantidad de impuestos y regalías a pagar.
De acuerdo con Emilio Castillo, profesor del Departamento de Ingeniería de Minas de la Universidad de Chile, la disminución en el valor ha provocado una reducción en los ingresos fiscales durante los últimos dos años.

En conversación con BBC Mundo, se menciona la necesidad de adaptarse a los períodos de fluctuación de precios, ya que es algo común en los mercados de minerales. "Ponemos gran atención en las acciones a corto plazo, sin embargo, es crucial considerar un panorama a largo plazo de 10, 20 o incluso 30 años", añade.

Según el experto, es poco probable que regresemos a los US$70.000 por tonelada en el futuro cercano.

"¡Qué suceso tan excepcional!", exclama Castillo.

Sin embargo, dado que la mayoría del litio se emplea en la producción de vehículos eléctricos y las proyecciones a nivel mundial indican que este sector seguirá creciendo, se prevé un incremento en la necesidad de litio. La incógnita radica en cuáles compañías mineras serán capaces de perdurar durante los periodos de precios bajos, sobre todo en aquellas zonas donde los gastos de extracción son más elevados. Según diversas estimaciones, se espera que en los próximos dos años el valor del carbonato de litio alcance los US$16.000 por tonelada, y se prevé que para el año 2030 pueda llegar a los US$18.000.

En Chile, las finanzas de las dos principales compañías en el Salar de Atacama y las arcas públicas se han visto perjudicadas por la disminución del valor del litio. En Argentina, la situación es aún más complicada debido a las altas expectativas que se tenían en la creación de nuevos proyectos, lo que ha generado impactos negativos más severos.

Argentina se encontraba en pleno auge, acelerando sus esfuerzos para aumentar la extracción de litio con la expectativa de que su valor se mantuviera elevado. No obstante, según Shunko Rojas, socio de la empresa de consultoría Quipu especializada en comercio e inversiones, la disminución del precio ha tenido un efecto significativo en esta nación.

Según su explicación, varios proyectos de menor envergadura que estaban en proceso de creación se han visto confrontados con dificultades económicas, lo que los llevó a detener ciertas actividades o postergar los plazos establecidos para el comienzo de la producción.

Entre las firmas que han anunciado algún tipo de revisión de sus planes originales están, por ejemplo, Argosy Minerals, Galan Lithium, Lake Resources y Arcadium, dice Rojas.

A mediados de septiembre la prensa argentina informó que, debido a la caída en el precio del litio, la empresa minera Arcadium canceló dos créditos internacionales por un monto total cercano a los US$180 millones que había obtenido de organismos multilaterales.

Y, por otro lado, la firma desaceleró la velocidad de su plan de expansión del proyecto Fénix en la principal mina de litio de Argentina. Estas decisiones tendrán efectos en los ingresos que esperaban recibir las provincias y el gobierno nacional.

Pese a las dificultades, Río Tinto, la segunda empresa minera más grande del mundo, compró recientemente Arcadium -con fuerte presencia en Argentina- dando una señal de que “ve perspectiva a largo plazo y quiere aprovechar esta oportunidad”, comenta Emilio Castillo.

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Consideraciones geopolíticas

En el precio del litio no solo interviene la oferta y la demanda, señalan los expertos. Por un lado, Estados Unidos y Europa están mirando a Sudamérica como un actor relevante dentro de su cadena de suministros para la fabricación de autos eléctricos.

Por el otro está China, el mayor fabricante de vehículos eléctricos y el mayor mercado del mundo, que también necesita garantizar las materias primas que requiere para seguir desarrollando el negocio. Como telón de fondo está la incertidumbre sobre nuevas políticas de aranceles o incentivos de producción de autos eléctricos que pueden implementar los países en los próximos años. Cuando José Fernández, subsecretario de Estado para el Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente de Estados Unidos, estuvo en agosto en Buenos Aires, dijo que China estaba inundando el mercado del litio para “destruir a la competencia, para bajar los precios y obligar a que las empresas salgan del mercado”.

Aunque esa acusación no ha sido demostrada, lo que sí refleja es el conflicto que existe entre las mayores economías del mundo por asegurar el acceso a los minerales críticos en el proceso de transición energética.

Y en ese contexto, probablemente el papel de Chile y Argentina en el mercado del litio continuará siendo relevante.

información de BBC News Mundo.