El Gobierno, con el respaldo del macrismo, consiguió conservar el veto sobre la ley de financiación universitaria

El mandatario Javier Milei logró un nuevo triunfo en el Congreso al asegurar su veto sobre la ley de financiación universitaria. El Gobierno había rechazado el reglamento que actualizaba los sueldos de los docentes y no docentes por inflación, retroactivo a enero y hasta diciembre, debido a su percepción de que amenazaba el equilibrio fiscal, pilar esencial del plan económico.

Después de varias semanas de conflictos con sus aliados y negociaciones aceleradas con gremios y gobernadores, los libertarios obtuvieron 84 votos en apoyo al veto, mientras que la oposición solo consiguió añadir 164 para mantener el proyecto inicial. Como la Cámara de Diputados requiere dos tercios de los votos presentes para rechazar un veto presidencial, tanto las ausencias como las abstenciones desempeñaron un rol crucial.

La acción de Mauricio Macri resultó crucial para concluir la ordenación de la bancada del PRO, que se encontraba envuelta en intensas tensiones internas. Algunos pensaban que la crisis con los sindicatos docentes se había agudizado debido a la ausencia de negociación y también comprendían que el costo del 0,14 del PBI no amenazaba verdaderamente el balance fiscal. Finalmente, a pesar de repetir en la sesión previa y posteriormente, que abogaban por la educación pública, el grupo liderado por Cristian Ritondo otorgó un apoyo mayoritario al Gobierno con 35 votos. Solo los larretistas Álvaro González y Héctor Baldassi participaron en el voto opositor, mientras que Héctor Stefani no participó debido a problemas de salud.

"Este bloque es responsable y está en consonancia con lo que manifestamos en la campaña, con nuestras ideas y con los principios que poseemos. "No negociamos la modificación", afirmó Ritondo. Y añadió: “Dejaron una bomba que necesitaba ser neutralizada, y para ello se necesitaba ajustar el gasto, disminuir el déficit, rectificar los precios relativos, normalizar los tipos de cambio, y es lo que este gobierno está realizando. No les preocupa la educación, es una falsedad, les interesa atentar contra un gobierno con debilidad parlamentaria, es tratar de causar un malestar a este gobierno.

Por otro lado, los libertarios conservaron los 39 votos de su partido; sin embargo, la diputada rebelde Lourdes Arrieta, quien recientemente fundó su propio monobloque tras un enfrentamiento con Martín Menem después de visitar a represores en el penal de Ezeiza, optó por respaldar el financiamiento universitario. Oscar Zago, líder del grupo aliado del MID, no participó en un viaje que, según su entorno, se había programado desde hace meses.

El radicalismo, promotor inicial del proyecto de financiación universitaria, volvió a enfrentar las mismas turbulencias internas que ya dejaron al bloque al borde de la desintegración cuando se intentó el veto a la nueva estrategia de jubilación. En esta ocasión, de los cinco "libertarios" radicales que respaldaron el veto a las pensiones, cuatro se mantuvieron firmes con Milei (Luis Picat, José Tournier, Martín Arjol y Mariano Campero); mientras que Pablo Cervi optó por abstenerse.

Cuando un diputado se abstiene en cierta medida, contribuye al oficialismo, dado que al asistir a la sesión incrementa la cantidad requerida para obtener la mayoría especial de dos tercios.

Por otro lado, Jorge Ávila, de Chubut, perteneciente al bloque Encuentro Federal, después de la intervención del gobernador Ignacio Torres. Cerca del gobernador indicaron que el diputado fue internado debido a un problema de salud, una afirmación que sus colegas del bloque rechazaron. El bloque opositor de Miguel Ángel Pichetto respaldó la demanda universitaria, a excepción de Ricardo López Murphy, quien también se encuentra de viaje y se ausentó de la sesión.

Gracias a los gobernadores, la balanza finalmente se inclinó en beneficio de la Casa Rosada. Por ejemplo, Osvaldo Jaldo, de Tucuman, instó a los tres integrantes del bloque Independencia a respaldar el veto, mientras que el misionero Carlos Rovira, líder político del Frente Renovador de la Concordia, hizo lo mismo con cuatro legisladores misioneros de Innovación Federal que se abstuvieron (en agosto habían votado en beneficio de la Universidad). Por otro lado, el gobernante de San Juan Marcelo Orrego contribuyó con dos diputados en contra del Gobierno. "San Juan es el territorio de Sarmiento y la enseñanza pública, el gobernador no iba a concederle ese espacio al peronismo de Uñac y Gioja para que lo ataque", aclaró un operador. Fue la primera elección en la que se separan del oficialismo.

Para consolidar los acuerdos y garantizar el respaldo del PRO, el Gobierno continuó negociando con los sindicatos docentes y ayer anuncio un incremento en la Garantía Salarial Docente. Esta es la remuneración mínima que los profesionales reciben de su salario por posición, tras deducir los aportes obligatorios. El aumento será retroactivo e implicará que a partir del 1 de julio pasado, el salario relevante alcance un mínimo de $420.000. Esto se suma a la subida del 6,8% para el personal docente y no docente de las Universidades Nacionales para octubre, que continúa siendo inferior a la demanda sindical.

Unión por la Patria adoptó una postura casi unánime contra el veto. No obstante, una falta alertó al bloque liderado por Germán Martínez: la catamarqueña Fernanda Ávila no participó en el voto -a pesar de estar en su despacho- debido a una acuerdo entre la Casa Rosada y el gobernador Raúl Jalil. Tanto el Frente de Izquierda como la Coalición Cívica lograron salir de la sesión sin contratiempos y contribuyeron con todos sus sufragios para rechazar el veto.

"La enseñanza pública no corre riesgo, no tengan temor." Es absurdo creer que el gobierno que estableció la educación como un servicio fundamental está en la cabeza de un esfuerzo por acabar con la educación pública. "Nos oponemos a los curros", resumió José Luis Espert, quien dirigió el discurso final por los libertarios.