Después de una jornada intensa, al caer la noche, el recién nombrado líder del Gabinete logró facilitar las conversaciones con los oponentes del diálogo. El dictamen oficialista fue proporcionado por las firmas de la legisladora PRO Guadalupe Tagliaferri, el entrerriano Edgardo Kueider (Unidad Federal) y el santacruceño José Carambia, en disidencia. El Gobierno tendrá un plazo de dos semanas para continuar buscando el respaldo necesario para el proyecto en el Congreso.
Política30/05/2024
Alejandro Cabrera
Después de una jornada de intensa tensión y especulaciones que obligó al oficialismo a pasar a un cuarto intermedio del plenario de comisiones por la Ley Bases y el Paquete Fiscal, el recién nombrado jefe de Gabinete, Guillermo Francos, llegó al Senado entrada la noche para facilitar las negociaciones y salió con el acuerdo para dictaminar ambas leyes media hora después.
No obstante, el dictamen, el cual fue elaborado de manera manual, está lleno de firmas en disidencias, lo que significa que el Gobierno deberá continuar negociando para asegurar los votos en el Congreso. Desean reunirse el miércoles 12.
Después de un mes de discusión, se logró dar el primer paso. Con la inclusión de las firmas más recientes, así como las que serán detalladas en los próximos días, el resultado final está asegurado. En realidad, Francos abandonó el Congreso poco después de que el vocero presidencial, Manuel Adorni, lo compartiera en Twitter.
La confrontación fue calculada. A pesar de contar con una gran cantidad de datos, contaban con aliados importantes que se resistían a arriesgarse. La Libertad Avanza requería que la mitad más uno de los miembros de cada una de las tres comisiones firmara un proyecto, sin importar el tipo, y que también firmaran y se expresaran sobre el tema.
Las tres comisiones tienen 53 integrantes. Se requieren 27 firmas, pero La Libertad Avanza solo tiene tres. Unión por la Patria, que cuenta con 22 miembros de las comisiones, no emitió una declaración de rechazo. para evitar que el Gobierno alcance esa cantidad.
La única fuente de apoyo para los libertarios era el resto del PRO, la UCR y las bancadas federales. Esta mañana, el Ejecutivo había difundido un texto actualizado que contenía las modificaciones finales. Los grupos de diálogo demandaban algo así. No deseaban firmar promesas verbales, sino con una redacción precisa. Algunos, sin embargo, no habían terminado de ser convencidos por el nuevo texto.
Después de eso, Bartolomé Abdala, el líder de la comisión, comenzó a difundir el informe para la firma y al notar que no llegaban, solicitó un período de descanso, aunque no se sabe si finalmente se reanudará en algún momento.
Nadie partió. Francos esperaba a las principales espadas legislativas en el despacho de Victoria Villarruel.
Después de eso, se agregaron las firmas de la legisladora PRO Guadalupe Tagliaferri, quien se comprometió a no insistir en el texto original de la norma en Diputados, y del entrerriano Edgardo Kueider (Unidad Federal), quien había presentado 28 solicitudes de cambios y se negaba a firmar, pero finalmente cambió de opinión. Ambos firmaron de manera independiente.
A última hora, se unió a la lista el habitante de Santa Cruz, José María Carambia. A principios del día, el legislador había emitido una declaración contundente en la que anticipaba su firma en un dictamen independiente.
"A pesar de que el informe no incluye ninguna de las propuestas solicitadas y que estas se indicaron porque creo que algunas cuestiones específicas del proyecto deben mejorarse, estamos trabajando en la elaboración de un informe propio que se presentará oportunamente", afirmó.
Carambia demandaba un incremento en las regalías mineras hasta el 15%. Francos acordó aumentarlas del 3 al 5 por ciento. Aunque estaba en desacuerdo, el habitante de Santa Cruz firmó directamente el texto del oficialismo.
Mientras tanto, Martín Lousteau, un radical, afirmó que emitirá un dictamen independiente. Pero lo presentará la próxima semana.
Eso provocó un conflicto interno en el radicalismo. Un compañero de bancada expresó con razón que si el dictamen del oficialismo tiene como objetivo aumentar las jubilaciones y solucionar los problemas de las universidades, ¿cómo podemos aceptar su firma? Lousteau ocupa el cargo de presidente de la UCR Nacional en lugar de ser un senador.
Al final de esta edición, ninguno de los dictámenes había sido firmado por el radical Maximiliano Abad.
Con esta medida, el oficialismo demostró su disposición a avanzar en el dictamen y continuar las conversaciones con el recinto. A pesar de que el dictamen ha obtenido disidencias, aún no ha obtenido los votos para el recinto.
Las autoridades nacionales se mantienen firmes en que se respete el déficit cero y aseguran que no les preocupa si no se aprueba el proyecto. Los mandatarios locales reclaman que se paguen las deudas, pero insisten en que sea la Casa Rosada la que defina de dónde se sacarán los recursos para eso.
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