"Ayudame a sacar esto": El asistente de los Sena relató cómo se deshicieron del cuerpo de Cecilia

Gustavo Obregón sigue exponiendo detalles escalofriantes del asesinato de Cecilia Strzyowski en carácter de arrepentido.

Actualidad30/06/2023 Periodismo y Punto

Efectivamente, "si señora, parece un cuerpo", fue el mensaje que envió Gustavo Obregón a Marcela Acuña el viernes 2 de junio alrededor de las 17:30hs. Su respuesta nace de un pedido de la dirigente social para que se acerque a Santa María de Oro 2460, en Resistencia, y corrobore el hallazgo de un extraño bulto que vio en su domicilio y que según sus propias palabras le dieron "miedo".

Estos nuevos detalles del asesinato de  Cecilia Strzyzowski se desprenden de una nueva declaración de Obregón, ladero del matrimonio piquetero. Según lo que detalló en indagatoria el 16 de junio con el Equipo Fiscal Especial (EFE), el viernes 2 de junio recibió un mensaje de la esposa de Emerenciano Sena alertándolo de un extraño bulto. Cuando llegó al lugar, se topó con el cuerpo de Cecilia y, según él mismo describió, "salí disparado hacia afuera".

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Al confirmarle a Acuña que efectivamente se trataba de un cuerpo, ella le pidió "que no se entere de esto Emerenciano" y que esperen a la llegada de su hijo, César Sena, algo que ocurrió minutos antes de las 19 de la tarde. Tal como le pidió Acuña, Obregón esperó a César Sena, pero antes llamó a su pareja Fabiana González para que se presente por una "urgencia a la casa del jefe". Fue. Juntos, con la autorización de Acuña mediante una llamada, volvieron a ingresar a la habitación y vieron el cuerpo de Cecilia envuelto en frazadas. 

Seguidamente, González se fue al barrio Emerenciano para hablar en persona con su jefa. Mientras, César volvía de una actividad del movimiento de sus progenitores en Colonia Elisa, a las 18:52, estaba acompañado de una trabajadora de confianza de Emerenciano. César ordenó que llevara a la mujer a su casa y este cumplió con la directiva inmediatamente para luego volver a la residencia de los Sena. 

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"Fui y vine como tiro. Estaba nervioso y no sabía qué hacer. Dejé mi auto en la calle. La camioneta de él ya estaba metida en el garaje de cola. Ahí Cesar Sena me dice: 'Gusti, ayúdame a sacar esto, tenemos que ir al campo'", una propiedad que está ubicada en Tres Orquetas, de acuerdo a lo que declaró Obregón. Y sumó: "Yo le contesto que no, porque estaba muy asustado y nervioso. Ahí César me dice: 'Bueno trae la basura que está atrás'".

Obregón contó que cargó bidones vacíos en su auto particular y que ayudó a Cesar a cargar el cuerpo en la cajuela de su camioneta, algo que hicieron con "dificultad" debido al estado del cuerpo. "Estaba duro", afirmó.

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"Andá mirando el camino, diciéndome si no hay moros en la costa", fue la petición del hijo del matrimonio Sena al empleado de la familia durante la conversación telefonica que mantuvieron durante el viaje hasta Santa María de Oro 1460, la famosa "chanchería". Cuando llegaron ya esperaba "un montón de leña apilada, en frente de una virgencita, que debe estar aproximadamente a 150 metros aproximadamente de la casa, hacia el fondo".

Ahí César Sena apiló todo lo que llevaron y comenzó a incendiarlo. Se quedaron 40 minutos supervisando el fuego. "Marcela me llamaba constantemente y yo le termino contestando por mensaje que estábamos saliendo del campo. Las llamadas de ella me entraban como perdidas, porque hay poca señal ahí", detalló Obregón e indicó que finalmente se fueron de ese lugar que quedó lleno de cenizas al "rojo vivo y mal olor".

CÉSAR HABLÓ CON LA MADRE DE CECILIA

En la misma declaración, Obregón aseguró que mientras supervisaban el fiego, "César estaba manipulando dos celulares. Vi por la luz nomás, que él escribía en uno y después escribía en otro. Ahí no hay nada de luz, estaba todo oscuro, solamente se veía la luz del fuego y de los celulares".

"Después de que Cesar quemara eso, él me hablaba tranquilo, no le pregunte nada yo a él. Inclusive César me decía ´Gusti tenemos que jugar un pool´. Estaba tranquilo. Yo estaba asustado, tenía miedo, tenía respeto y todo junto, y por eso en el momento no salí hablar ni nada. Era yo contra todo el mundo, porque todos en el Barrio decía que César era inocente", agregó.

Por último, el 6 de junio Sena y Obregón volvieron al campo donde prendieron fuego el cuerpo: "Llegamos al campo, aproximadamente a las 14:30, ingresamos, César Sena me dice: 'pedile a Gustavo -Melgarejo- una pala ancha'", allí levantaron los restos calcinados. 

"Cuando se cargaban las bolsas, en ningún momento vi huesos grandes, pero sí podía observar que había huesos chiquititos", tras ello se trasladaron a Río Tragadero y se deshicieron de los restos incendiados. 

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