Se levantó el paro de colectivos previsto para mañana

Después de una intensa carrera contra el tiempo y tras casi tres horas de conversaciones, el Gobierno logró llegar a un acuerdo con la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y los empresarios del rubro para incrementar los sueldos de los conductores. Como resultado, se canceló la huelga de autobuses que se había programado para este jueves y que habría impactado en la mayoría de las rutas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Según lo planeado, a partir de las 17:00 horas, los funcionarios de la Secretaría de Trabajo llevaron a cabo una reunión en línea con los delegados del sindicato encabezado por Roberto Fernández, así como con las asociaciones empresariales que gestionan el servicio, las cuales fueron convocadas en la mañana de ese mismo día.
En la reunión no estuvo presente el líder de la máscara, Julio Cordero, debido a que se encuentra de viaje. En su ausencia, el subsecretario de Relaciones del Trabajo, Martín Huidobro, asumió el rol de portavoz, siendo habitual que lidere este tipo de diálogos.

Mientras tanto, en el ámbito privado estuvieron representantes de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), la Cámara Empresarial del Autotransporte de Pasajeros (CEAP), la Cámara de Transporte de la Provincia de Buenos Aires (CTPBA) y la Cámara de Empresarios Unidos del Transporte Urbano de Pasajeros de Buenos Aires (CEUTUPBA).

Alrededor de las 20:00, tras extensas negociaciones y propuestas intercambiadas, el Gobierno lanzó una propuesta final que satisfizo a todos los involucrados. Como resultado, la UTA acordó cancelar la huelga que estaba programada para iniciar a medianoche de este jueves.
Horas antes, ciertos integrantes de dichos grupos habían mantenido conversaciones casuales con autoridades del gobierno, reafirmando la solicitud de incrementar los subsidios otorgados por el Estado. Esto les permitiría hacer frente a la demanda del sindicato de un aumento salarial del 25 por ciento.
No obstante, en ese instante los integrantes del Gobierno reiteraron su postura de no poder modificar la cantidad actual que reciben las empresas de transporte por los gastos de servicio, la cual fue evaluada por última vez en septiembre anterior.

Las compañías han estado señalando que, de no experimentar un aumento en sus ganancias, ya sea a través de un incremento en los subsidios o en el precio del billete que abona el viajero, no podrán cumplir con los convenios salariales anteriores ni establecer una nueva pauta para lo que queda del año.

En realidad, durante una de las numerosas reuniones con el subsecretario de Transporte, Mariano Plencovich, ya habían solicitado que se les otorgara un boleto mínimo "técnico" de $1.305 por viaje a partir de octubre, en concordancia con la nueva estructura de gastos.

Durante la videoconferencia celebrada el miércoles, los representantes de la Secretaría de Trabajo se reunieron con los líderes sindicales y empresariales del sector, sin contar con la presencia de ningún delegado de la Secretaría de Transporte, dirigida por Franco Mogetta, la cual será responsable de firmar el convenio salarial.
Mogetta en persona se presentó por la tarde en la Casa Rosada para encontrarse con el asesor presidencial, Santiago Caputo, y el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo. Sin embargo, desmintió la posibilidad de que el Gobierno presente una nueva propuesta de subsidios y enfatizó la responsabilidad de las empresas en el aumento salarial de los choferes.

En el acta de la reunión del lunes pasado, las cámaras expresaron que han dejado claro en varias ocasiones, ante las autoridades de las tres jurisdicciones del AMBA (CABA, Nación y PBA), que no podrán aceptar ninguna propuesta salarial después de julio de 2024, debido a los graves errores en el cálculo de los ingresos de las empresas.