Corea del Sur enfrenta una crisis política única en su historia democrática

La destitución del presidente interino, dos semanas después de que despidieran a su predecesor, aumenta la tensión. Incertidumbre y acusaciones mutuas en una situación inédita en décadas en el país asiático.

Actualidad27 de diciembre de 2024Alejandro CabreraAlejandro Cabrera
-gnCq2xgt_1256x620__1

El Parlamento de Corea del Sur destituyó este viernes a Han Duck-soo, quien era el primer ministro y presidente interino. Esto empeora el caos político que comenzó después de que se declarara la ley marcial a principios de mes, creando una situación de gran incertidumbre institucional en la historia democrática del país.

Han ha sido presidente en funciones por solo dos semanas. Tomó el cargo después de que el presidente Yoon Suk-yeol fuera destituido por el Congreso el 14 de diciembre. La destitución se debió a su sorprendente y mal justificada decisión de declarar el estado de excepción 11 días antes.

Corea del Sur nunca había destituido en democracia a un líder del gobierno mientras estaba en funciones. Ahora, el nuevo encargado será el ministro de Finanzas y viceprimer ministro, Choi Sang-mok.

La oposición ha afirmado que seguirá presionando al presidente para que permita la renovación del Tribunal Constitucional y las investigaciones especiales contra Yoon y la primera dama, algo que el Ejecutivo y el partido en el poder se niegan a hacer. Además, continuarán presentando solicitudes de destitución hasta lograr su objetivo.


Es posible que Choi esté menos tiempo en el cargo que Han si en los próximos días no cede ante las demandas del principal partido de oposición, el liberal Partido Democrático (PD).

Los próximos candidatos para la presidencia interina son el ministro de Educación, Lee Ju-ho, el de Ciencia, Yoo Sang-im, y el canciller, Cho Tae-yul.

Los puntos de vista de la oposición.

El jueves, el PD presentó una moción para destituir a Han y dio cinco razones para solicitar su cese. Entre ellos, se destaca que, como primer ministro, pudo haber sido cómplice en la declaración de la ley marcial. También se menciona que trabajó junto al ex líder del gobernante Partido del Poder Popular (PPP) para que, en lugar de ser destituido, Yoon renunciara en unos meses, minimizando así el impacto electoral para el oficialismo.

El problema más grave para el PD ocurrió esta semana, cuando Han se negó a aprobar dos propuestas para iniciar investigaciones especiales: una para investigar a Yoon por el estado de excepción y otra para investigar a su esposa por supuesta corrupción. Además, no aprobó los nombramientos de tres nuevos jueces para el Constitucional.

Han y el PPP dijeron que ambas decisiones necesitaban el acuerdo de los dos partidos en la Asamblea Nacional (Parlamento), donde el PD tiene la mayoría, para poder ser aprobadas.

El Tribunal Constitucional, un lugar de disputa.
El Tribunal Constitucional, que es un lugar de enfrentamiento entre los dos principales partidos y seguirá siéndolo en los próximos meses, ya está evaluando a Yoon por su declaración de la ley marcial. Tiene hasta el 11 de junio para confirmar o no su destitución.

Si las tres vacantes actuales no se llenan, lo que debe ser confirmado por el presidente interino, los seis magistrados del Constitucional deberán estar de acuerdo unánimemente para que la inhabilitación de Yoon sea efectiva.

El PPP quiere retrasar el proceso para destituir a Yoon porque podrían pronto confirmar una sentencia en su contra por romper la ley electoral. Por otro lado, el PD desea acelerar este proceso para impedir que eso suceda, ya que quedarían sin un líder justo antes de las elecciones presidenciales, donde actualmente Yoon es el claro favorito.

Muchos piensan que el Constitucional no se tardará mucho en dar su decisión. Sin embargo, hay otro problema en camino: el 18 de abril se acaban los mandatos de dos magistrados más. En este caso, el presidente, ya sea interino o no, debe nombrar a sus reemplazos. Esto podría hacer que la audiencia se detenga por completo, al quedarse solo con cuatro jueces.

Una grave falta de acción en las instituciones.

Varios expertos advierten sobre el riesgo que representa esta falta de acción institucional frente a los desafíos económicos y diplomáticos que el país enfrenta en 2025.


Por un lado, la ley marcial ya ha mostrado sus efectos en el won (que está en su nivel más bajo frente al dólar desde 2008), en la Bolsa de Seúl y en las expectativas de inversión extranjera y crecimiento.

Además, pronto asumirá la presidencia de Estados Unidos el republicano Donald Trump, que ve a Corea del Sur como un objetivo porque considera que no paga lo suficiente por tener tropas de Estados Unidos y por su superávit comercial con la primera economía del mundo.

En Seúl no solo se preocupan por la posibilidad de aranceles, que afectarían a una economía que depende en un 44% del sector exterior, sino también por el riesgo de que Trump inicie un conflicto comercial con China. Esto perjudicaría mucho a Corea del Sur, ya que son sus dos principales socios comerciales.

Además, Trump podría optar por hablar nuevamente con Corea del Norte, un proceso que Seúl debería observar detenidamente, especialmente ahora que Moscú está ganando influencia debido a su reciente relación con Pyongyang.

Te puede interesar
Ranking