¿Por qué la fuerza militar de Siria cayó tan velozmente ante la incursión de los insurgentes que derrocaron a Al Assad?

La noticia de la caída del régimen de Bashar al-Assad, quien hace una semana amenazó con "aplastar a los terroristas", asombró a la mayoría de los expertos en temas sirios.

Estos sucesos han generado numerosas interrogantes, en particular las vinculadas con las causas del derrumbe del ejército sirio, que ha ocurrido a una velocidad sorprendente.

¿Qué elementos ayudaron a derrumbar las fuerzas armadas sirias y a su retirada de una batalla después de otra? BBC ofrece ciertas justificaciones.

Strong, pero no demasiado fuerte

Siria se sitúa en el sexto puesto en el mundo árabe y en el 60 a nivel global en cuanto a potencia militar, de acuerdo con el Índice Global de Potencia de Fuego de 2024, que mide a 145 naciones.

El informe considera una variedad de elementos, incluyendo la cantidad de efectivos de las fuerzas armadas, su equipo y factores logísticos.

El ejército de Siria se compone de una gran cantidad de soldados respaldados por fuerzas paramilitares y milicias, y su arsenal incluye una combinación de equipo soviético en desuso y otro más actualizado proveniente de aliados como Rusia.

Según el Índice Global de Potencia de Fuego, el ejército cuenta con más de 1.500 tanques y 3.000 vehículos blindados, además de artillería y sistemas de misiles.

En cuanto a potencia aérea, Siria posee cazas, helicópteros y aviones de entrenamiento, y dispone de una flota de embarcaciones modestas, además de varios aeropuertos y puertos esenciales como Latakia y Tartus.

En teoría, la situación del ejército de Siria puede parecer favorable, pero existen varios elementos que la han mermado.

Durante los primeros años de la guerra, perdió una considerable cantidad de su personal, calculada en 300.000 militares.

Algunos cálculos indican que el ejército perdió la mitad de sus militares, ya sea a causa de las batallas o porque algunos se escaparon o se incorporaron a agrupaciones opositoras.

La fuerza aérea también experimentó significativas pérdidas a causa del conflicto civil y los ataques aéreos de Estados Unidos.

Los aliados lo abandonaron.

Las noticias que informaban sobre el abandono de los militares y oficiales, lo que propició el rápido avance insurrecto desde Alepo hasta Damasco, incluyendo Hama y Homs, asombraron a muchos.

Barbara Belt Usher, reportera de la BBC en Damasco, reportó que algunos militares en Damasco dejaron sus vehículos, armas e incluso sus uniformes y se adecuaron a la vestimenta civil.

"La caída del ejército sirio es casi completamente atribuible a las políticas y estrategias aplicadas por Al Assad desde que consiguió una cierta superioridad sobre la oposición en 2016, lo que ha debilitado los pilares esenciales que lo sostenían en el poder", declaró Yezid Sayigh, del Centro Carnegie para Oriente Medio en Beirut.

"Estas políticas han impactado en el ejército, con decenas de miles de integrantes despedidos, sumado a un devastador declive en los niveles de vida, una corrupción desmedida y la falta de alimentos incluso en las propias fuerzas armadas, que han distanciado a la comunidad alauita que controla los puestos más elevados del estamento militar", añadió el investigador.

"La moral del ejército también ha sufrido una considerable disminución debido a la pérdida de la ayuda militar directa de Irán, Hezbolá y Rusia, quienes ya no tienen la capacidad de intervenir correctamente o incluso de alguna forma", continuó.

Sayinh concluyó que "sin la esperanza de una asistencia urgente de los Estados Unidos, el ejército perdió el deseo de combatir".

Michael Clarke, un experto militar británico, docente del Departamento de Estudios de Guerra del King's College de Londres, declaró a la BBC que el gobierno de Al Assad se vio enormemente respaldado por la fuerza militar extranjera y desató a su ejército.

"Su formación se degradó considerablemente y el rendimiento de liderazgo de sus oficiales se volvió deficiente", aclaró.

Y posteriormente añadió: "Cuando sus fuerzas se toparon con ataques de Hayat Tahrir al-Sham, parecía que muchos oficiales se desplazaban y algunos escaparon. Cuando los oficiales no logran exhibir capacidades de liderazgo eficaces, no resulta sorprendente que los soldados se evadan.

Por otro lado, Sayegh negó que la disminución del respaldo militar de Irán, Hezbolá y Rusia fuera intencionada.

"Antiguamente, Siria dependía considerablemente de Hezbolá para el respaldo en terreno, pero tras las pérdidas que experimentó el partido-milicia en Líbano, ya no pudo brindar tal respaldo", destacó.

"También se observó una reducción continua de oficiales y asesores iraníes en Siria debido a los ataques israelíes en los últimos diez años, y ya no se pudo enviar grandes refuerzos tanto por tierra como por aire, ya que Israel y Estados Unidos dominan la mayoría del espacio aéreo sirio", añadió.

Simultáneamente, el gobierno de Irak y las milicias proiraníes optaron por mantenerse alejados de las batallas, lo que podría atribuirse en cierta medida a que Irán se percató de que rescatar a Al Assad se había tornado inviable.

Además, Rusia retiró numerosas aeronaves y tropas de su base en Latakia a raíz de la invasión a Ucrania, iniciada en febrero de 2022.

Gerges concuerda en que la disminución del respaldo militar de Irán, Hezbolá y Rusia "fue uno de los factores clave que provocaron el declive tan acelerado de las ciudades sirias".

"En esta ocasión, el ejército sirio no combatió ni defendió al régimen, optó por abandonar las luchas y abandonar las armas. Esto señala que el respaldo ruso e iraní y la doctrina bélica de Hezbolá jugaron un papel crucial en asistir a Al Assad a mantenerse en el poder, particularmente tras 2015", concluyó.

Una resistencia robusta.

Además de la delicada situación del ejército de Siria, numerosos observadores atribuyen los sucesos recientes a la unificación de las fuerzas militares de la oposición bajo un mando único, además de su adecuada preparación para este conflicto y el fortalecimiento de sus habilidades militares.

Los especialistas afirmaron que el discurso de los insurgentes, en particular los mensajes de tranquilidad que transmitieron a los civiles acerca del respeto a las creencias y las promesas de libertades religiosas, contribuyó a conseguir rápidos progresos sobre las tropas del régimen de Al Assad.

Todos los datos previos parecen haber contribuido al rápido derrumbe del ejército sirio y a la subsiguiente caída del régimen de Al-Assad, de una forma que Fawaz Gerges percibe "muy parecida al derrumbe del régimen del Sha en Irán en 1979".

"La oposición en Siria, con sus facciones islamistas y nacionalistas, logró aniquilar el régimen de Siria en menos de dos semanas... "El régimen de Assad estaba experimentando una vida extra y cuando el ataque de la oposición se produjo de manera inesperada, el ejército cayó y el régimen se derrumbó como si fuera una casa de cristal", añadió Gerges.