Una niña de 13 años falleció en la provincia de Misiones tras retornar de su viaje de fin de estudios

La niña ha sido identificada como Juanita Milagros Sirimarco Díaz, estudiante y portadora de la bandera en el Instituto Cristiano República Argentina (ICRA). El pasado martes, al retornar del viaje, la persona comenzó a experimentar malestar y fue admitida en el Hospital Pediátrico Fernando Barreyro con el fin de recibir tratamiento de hidratación y someterse a evaluaciones médicas. Mediante los análisis realizados, los médicos pudieron diagnosticar la presencia de sepsis con resultado positivo para el virus de la Influenza B, resaltando así la seriedad del estado infeccioso del paciente.

La familia y la institución educativa de la fallecida confirmaron su deceso el pasado sábado. En un comunicado oficial, expresaron su pesar por la pérdida de la estudiante Juanita Milagros Sirimarco Díaz. En las redes sociales se mencionó que, como abanderada del nivel primario, ella representaba los valores promovidos por su colegio, ICRA Posadas.

Este suceso ocurrió horas después del fallecimiento de una estudiante de 17 años que se encontraba de viaje de fin de estudios en Bariloche y falleció tras experimentar complicaciones en su salud.

La joven fue admitida en un centro médico localizado en la provincia de Río Negro, donde se diagnosticó que presentaba un caso de mononucleosis. La graduada estuvo ingresada en el hospital durante una semana, sin embargo, su estado de salud se deterioró hasta experimentar un shock séptico el viernes pasado. A pesar de los esfuerzos por reanimarla, los médicos de la provincia de Río Negro confirmaron la falta de respuesta de la paciente a las estimulaciones aplicadas.

Influenza B

Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sepsis es descrita como una condición con riesgo de muerte que surge cuando el sistema inmunológico del cuerpo reacciona de forma excesiva a una infección, lo que resulta en disfunción de los órganos. La respuesta del cuerpo puede resultar en daño a sus propios tejidos y órganos, lo cual puede desencadenar un estado de shock, insuficiencia multiorgánica y, en casos extremos, la fatalidad, especialmente si no se diagnostica y trata de manera oportuna. Los síntomas habituales incluyen fiebre, taquicardia, taquipnea, confusión y mialgia.

Por otra parte, la Influenza tipo B es altamente contagiosa. Se caracteriza por un inicio repentino de fiebre, a menudo acompañado de escalofríos, cefalea, malestar general, mialgias y tos irritativa. La influenza es un virus perteneciente al género Orthomyxovirus, el cual se clasifica en tres tipos distintos: A, B y C, en función de las características de sus antígenos. Las epidemias son provocadas por los virus de los tipos A y B. La enfermedad es altamente contagiosa y se propaga de persona a persona a través de las secreciones respiratorias al toser, estornudar o hablar, mediante la vía aérea. Asimismo, es posible que la transmisión se lleve a cabo mediante el contacto con las manos o objetos contaminados con dichas secreciones.

El impacto de los virus de la Influenza tipo B en los seres humanos disminuye en comparación con los Influenza A, en parte debido a su menor velocidad de evolución. No obstante, el virus experimenta mutaciones con tal velocidad que impide la adquisición de una inmunidad prolongada. La vacuna comúnmente utilizada para el tratamiento es la vacuna trivalente, la cual incluye proteínas purificadas e inactivadas de las tres cepas que se estima serán las más prevalentes en la próxima epidemia, abarcando dos subtipos del virus A de la gripe y uno del virus B.