Cortes de luz: las recetas del Gobierno ya se aplicaron en Venezuela

El país caribeño vive una severa crisis energética y estableció medidas que fueron replicadas en Argentina durante los últimos días

Actualidad13/01/2022PeriodismoyPuntoPeriodismoyPunto
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Los problemas de abastecimiento de energía que tiene el país quedaron en evidencia con la ola de calor que azota a Argentina, llevando los termómetros a temperaturas récords como así también al consumo de luz. Esto trajo como consecuencia severos cortes del servicio, como el ocurrido el último martes, y que han llevado al Gobierno a tomar medidas insólitas para intentar mermar el consumo de energía y evitar nuevos apagones. Curiosamente una de ellas ya la han aplicado en Venezuela, cuyo sistema energético arrastra problemas similares.

En el día de hoy se decretó en Argentina que los empleados públicos continúen con sus tareas desde sus casas, a partir de las 12 del mediodía, “horario a partir del cual se verifican los mayores picos de consumo energético”, establece el decreto. La medida puede sonar familiar ya que aquí ya había sido noticia en 2016 cuando en Venezuela el dictador, Nicolás Maduró, adoptó un asueto laboral por tres días a los trabajadores del estado. Durante aquella semana, solo concurrieron a su lugar de trabajo el lunes y el martes.

“Miércoles, jueves y viernes no se trabajará en el sector público a excepción de aquellas tareas que son fundamentales, que son necesarias”, había declarado el por entonces vicepresidente Aristóbulo Istúriz.

En aquel momento, el país caribeño atravesaba una severa crisis energética agravada por una gran sequía que afectó el funcionamiento de la Central Hidroeléctrica de Guri, que produce el 70% de la energía de Venezuela. Para cuando se comunicó esta medida, los trabajadores del sector público ya tenían asueto todos los viernes y el resto de los días la jornada laboral se redujo de 8 a 6 horas. A su vez, en el interior del país regían un racionamiento de electricidad con cortes programados.

Sin embargo, estas medidas volvieron a repetirse en marzo de 2019, dejando en evidencia que la crisis energética en Venezuela no estaba vinculada a un problema circunstancial como la sequía, sino sistémico: la falta de inversión en infraestructura a raíz de un subsidio casi total a la energía. Cualquier parecido con la realidad Argentina ¿es mera coincidencia?

De vuelta en el país caribeño, en aquel momento la crisis fue más grave que en 2016 ya que una nueva falla en el Guri, dejo a toda Venezuela sin electricidad, mientras que algunas zonas enteras del país alcanzaron los 10 días sin luz. Ante la imposibilidad de restablecer el servicio, Maduro volvió a decretar en abril el asueto durante los días viernes para los empleados públicos, a la vez que redujo la jornada laboral a 6 horas.

Aquí, en Argentina, el Gobierno adopta las recetas del régimen chavista para evitar que los problemas energéticos se agraven y no dejar en evidencia un sistema que se encuentra en malas condiciones por la falta de inversión. Por el momento solo se optó por el asueto de empleados públicos y el pedido a los industriales que durante las 13 y las 16 horas apaguen sus máquinas para reducir el consumo y priorizar la “energía residencial”, según afirmó Darío Martínez, secretario de Energía.

Sin embargo, existen otras similitudes entre ambos Gobiernos a la hora de manejar sus respectivas crisis energéticas: mientras en Venezuela se responsabiliza a fuerzas extranjeras que quieren sabotear al país, aquí se apunta directamente contra las empresas proveedoras de energía. Ningún país hace meaculpa ni se plantea la falta de inversión o el daño que ha generado la política de subsidios. Mismas recetas, mismos resultados.

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