MARTILLO HAMMER LA SERIE QUE FUE ÉXITO EN ARGENTINA Y SOLO TUVO DOS TEMPORADAS.

La serie estaba protagonizada por David Rasche, AnneMarie Martin y Harrison Page.

Sledge Hammer, es su título original, pero todos la conocemos como “Martillo Hammer”, se emitió por primera vez en Estados Unidos por la pantalla de la cadena ABC, entre 1986 y 1988, durando solamente dos temporadas que constaban de 41 capítulos.

En nuestro país la emitió telefe y se hizo famosa en 1990, aunque el canal la repetiría varias veces en diferentes días y horarios y la serie siempre funcionaba. Algo que sin dudas fue un éxito en nuestro país, era muy parecida en muchos aspectos al recordado Superagente 86 y el mismo guionista Alan Spencer muchos años después no sorprendió a nadie diciendo que era una mezcla del Superagente 86 y Harry el sucio.

Aunque desde el nacimiento de la serie podría preverse que estaba destinada al fracaso, ya que aparte de su trama, que era prácticamente una burla, tuvo que padecer muchos contratiempos como cambios de producción y reducciones de presupuesto entre otras circunstancias. La serie fue creada por Alan Spencer, y era la historia del detective Sledge Hammer, quien trabajaba en el departamento de policía de San Francisco y amaba a su arma, una magnum 44, a la cual le hablaba y le daba características humanas.

Sledge además era un amante de las situaciones violentas y maltrataba a los delincuentes, algo que quizás hoy sería muy mal visto, en la cultura actual donde parece que todo molesta. El inspector Hammer usaba todo tipo de explosivos, bazucas, bombas, granadas, con tal de vencer a los delincuentes su filosofía de vida era, todo vale con tal de vencer al enemigo.

Junto a él estaba su compañera la hermosa detective Dori Doreau, que era lo opuesto a Sledge, pensante, educada, el contrapeso perfecto para su figura. También estaba el capitán Trunk, quien era el jefe de ambos, siempre estaba histérico y al borde de un ataque de nervios por tener que soportar las locuras de Sledge.

La serie tenia música de Danny Elfman, 

El creador de la serie contó, que le encantaba el personaje de Clint Eastwood en Harry Callaham y se encontró riéndose de cosas de las que nadie más hacía, fue entonces que pensó, que ese personaje era perfecto para una sátira. Cuando se reunió con ABC tuvo que bajarle un poco el tono al guion, que era bastante más violento, hasta se había pensado una escena donde Sledge le disparaba en el hombro a una monja.

Lo curioso ocurrió que siendo el éxito que fue en Argentina, en Estados Unidos y a pesar de lo bueno que era el programa, tras finalizar la primera temporada los números no eran lo esperado. Por eso, ante la duda de si volverían a una segunda temporada, en el final de la primera Sledge se equivoca en el armado de una bomba nuclear, la cual al explotar vuela la ciudad. 

Este final se pensó a propósito para que los responsables de la cadena, si querían saber que pasaba los dejaran hacer una segunda temporada. Los mismos finalmente lo concedieron y gracias a ello, se pudo hacer lo que sería la segunda y esta vez sí, última temporada, pero con mucho recorte de presupuesto y casi nada de exteriores. 

Lo que hicieron fue algo bastante bien pensado y es hacer una especie de precuela de la primera temporada, es decir que no continuaba al episodio de la bomba. El autor reconoció que, realmente no tenía sentido porque Sledge no habría conocido a Dori antes del primer capítulo, pero ¿A quién le importa? 

Por desgracia la serie competía ni más ni menos que con el show de Bill Cosby y perdía por paliza en rating, era imposible seguir. Sin embargo, con el correr de los años la serie iría ganando su mote de culto, gracias a la ironía, la incorrección y el sarcasmo que tenía y encima su cuota de humor.

Como muchas veces sucede los actores nunca pudieron salir de sus roles, quizás David Rasche sea el único, ya que logró estar en algunas series y tuvo un rol menor en una serie de HBO llamada “Succession”, gracias a ello, volvió a hablar con la prensa donde se refirió por supuesto a “Martillo Hammer”, analizando en el fenómeno de culto que su serie experimentó, y que curiosamente no sucede en su país, dijo, “fui a Nueva Zelanda y era como un Dios, en estados unidos no entendieron la serie como si lo hicieron en el resto del mundo, voy a Alemania y la gente no lo puede creer, lo mismo en Inglaterra y en Argentina. Yo pensé que la iban a olvidar y estoy sorprendido de lo mucho que la aman, es realmente muy gratificante”. 

Sin dudas para quienes disfrutamos de la serie en su momento, siempre nos pareció brillante y aun la seguimos viendo de tanto en tanto, sirva este recuerdo para que quizás las nuevas generaciones que no la conocen la busquen y puedan disfrutar y reírse, tanto como lo hicimos nosotros a fines de los añorados 80’s.