1984- AMO y SEÑOR – UNA TELENOVELA IMPOSIBLE DE HACER HOY.

Protagonizada por Arnaldo André y luisa Kuliok, quienes venían de compartir protagónico un año antes en canal 11 con la telenovela, amor gitano, coprotagonizada por Paula Portale, Jorge Sassi, Clotilde Borella, Adela Glejer, Jorge d Elia y con las actuaciones especiales de Maria Concepción Cesar, Boris Rubaja, Diana Ingro, Elvia Andreoli, Rey Charol y el Gerardo Romano interpretando magistralmente al inolvidable villano, Gastón Moro.

La telenovela fue creada por Raúl Lecouna, con guion de Carlos Lozano Dana y tenía como cortina musical la canción, “eso me pasa por volar” compuesta e interpretada por Juan Marcelo.

La telenovela contó con 175 capítulos y en ese año fue un boom absoluto, ya que combinaba elementos prácticamente inéditos para los estándares de aquellos tiempos de incipiente retorno de la democracia, conteniendo erotismo y violencia física. 

Se la suele calificar como la novela del destape, ya que veníamos de un periodo cultural represivo por la dictadura militar. La historia era protagonizada por Alonso Miranda interpretado por André, quien era el mandamás de una ciudad ficticia llamada, Puerto Caliente. 

Alonso era rico, no de abolengo sino un nuevo rico, y buscando conseguir la aceptación en su nuevo estatus social busca el amor de Victoria Escalante, personaje interpretado por la genial y bella Luisa Kuliok quien procedía de una aristocrática familia, pero al contrario de Alonso, estaban atravesando problemas económicos. La historia transcurre en Misiones, la cual esta disfrazada con un nombre ficticio y en ella se mezclan negocios turbios como el juego clandestino y el contrabando. 

Escenas memorables y cuasi bizarras como la de Arnaldo peleando con un tigre o la pelea final con el personaje de Romano, Gastón Moro, han quedado en la memoria de todos quienes vimos aquella novela. 

Los guionistas fueron Juan David Elicetche, y Daniel Delbene, el programa se instalaría en el imaginario colectivo por sus escenas para entonces vanguardistas, como las escenas de erotismo explícito y la violencia física entre los personajes de Arnaldo y Luisa. Todo daría comienzo en uno de los primeros capítulos en los que él le da un cachetazo, esa escena seria recortada para la publicidad y el éxito que produjo fue tal que se instalaría en la relación de la pareja en la ficción como algo frecuente.

Arnaldo manifestó tener recuerdos muy lindos de esa época, no podían creer lo que sucedía en términos de aceptación del público y los elevados números del rating. Hasta hoy se habla de Amo y señor, porque fue una telenovela distinta a las tradicionales, ya que, si bien conservaba todos los clichés del género, sus personajes poseían matices contradictorios, lo cual los hacia mucho más ricos y humanos, en comparación a los acostumbrados arquetípicos tradicionales de telenovela. Como cuando Alonso le robaba un beso a victoria, y esta le daba un cachetazo y ¡él se lo devolvía! ¡Esa escena marcaría un hito!   

Cabe destacar, además, que esta fue la primera producción independiente de Raúl Lecouna. Arnaldo en su autobiografía se refiere de la siguiente manera, “durante los últimos años y en muchas entrevistas me preguntaron que siento al volver a ver las escenas de las cachetadas, para mi es incómodo, seguro, pero recojo el guante y me animo a profundizar el debate. Considero que es simplista señalarme como símbolo machista, porque mi personaje alzaba la mano contra una mujer, quizás lo que habría que observar es porque a tantos millones de personas querían ver esas escenas. porque seguramente si el rating en lugar de subir, hubiera bajado la habríamos quitado, yo no pegaba porque me divertía, sino porque mucha gente se divertía mirando”. 

Sin dudas fue así, Arnaldo tiene razón, tanta, que hoy cuarenta años después la seguimos recordando.