Un sindicato está paralizada por "sabotajes y bloqueos" y pone en peligro la supervivencia de un pueblo en Entre Ríos

Tiene una población de 6.500 personas en esta localidad del sur del Entrerriano. Fademi es una pequeña empresa familiar que produce baterías para el mercado nacional, donde trabajan directamente cien personas. Hace quince días, una protesta sindical ha detenido el funcionamiento de la planta. El miedo de Larroque es el cierre definitivo, que dejaría a la ciudad sin su fuente principal de ingresos.

La comunidad está al vilo de la delegación Zárate-Campana del sindicato del personal Químico y Petroquímico. En mayo, la organización gremial inició un aumento en las manifestaciones. El acuerdo paritario que se firmó en abril del año anterior expiró ese mes.

De acuerdo con lo que Emiliano Gietz, el abogado y controlador de Fademi, informó a Infobae, el acuerdo había permitido una mejora salarial del 400% entre abril del 23 y abril del 24, superando en cien puntos la inflación acumulada (290%). Según él, el haber inicial neto del sector es de $ 1,5 millones. Sumando las dos quincenas, la empresa entrerriana recibe un salario promedio mensual de bolsillo de $2 millones.

En el mes de mayo, Gietz se trasladó a Zárate para realizar una reunión con los líderes del sindicato. Entendió que el pliego de condiciones que le presentaron era imposible de respaldar. No solo se requería que el aumento salarial coincidiera con la inflación, sino que se iniciara con una subida inicial que Fademi consideraba imposible.

El aumento en las cuotas de los colegios privados fue argumentado por los sindicalistas como una de sus justificaciones para mantener su postura. El letrado les dijo: "En Larroque no hay". Sin embargo, el argumento no obtuvo respuesta. No se llevó a cabo ningún acuerdo. Las medidas de acción directa se tomaron de inmediato.

Mi empresa es una pequeña empresa de Entre Ríos. El sindicato siempre nos trató de la misma manera que a las empresas multinacionales que exportan todo lo que fabrican. El letrado se quejó de que era incompatible con la subsistencia.

Las medidas tomadas por los sindicatos.

Primero se reunieron: se retiraron del lugar de trabajo por una a cinco horas. Después adoptaron el método de cooperación y disminuyeron la producción en un 10%. Hacían aproximadamente 100 unidades diarias de las 1.200 programadas. "En ocasiones, menos", comentó Gietz. La compañía dejó de fabricar treinta mil baterías.

La empresa y sus empleados no pudieron comunicarse. El atacante dijo que los empleados bloquearon un grupo de WhatsApp en el que compartían contenido con los empleadores. Y atribuyó la culpa a la organización.

Muchos empleados son sinceros. No están familiarizados con los efectos de las medidas que están tomando. E desconocen ciertos aspectos. En la radio local, un empleado dijo que la empresa no quería firmar la paritaria. Graficó: "Pero la primera reunión formal es el 7 de agosto".

Es destacable que el sindicato no presentó una solicitud de salario. Para justificar el paro, presentaron argumentos relacionados con la higiene y la seguridad. No obstante, la planta fue inspeccionada en cuatro ocasiones por la Secretaría de Trabajo y se determinó que se encuentra en condiciones ideales para llevar a cabo operaciones seguras. "Somos una empresa líder. Según el abogado de la firma, tenemos tres certificaciones ISO en seguridad y cuidado del medio ambiente.

Se ejerce presión sobre los empleados para que participen en la medida de fuerza. Muchas personas están obligadas a unirse a la huelga. Si no lo hacen, tendrán consecuencias. El abogado comentó: "Les ponen pegamento en los candados de los vestidores y grasa en las botas. Intentan intimidar a todos. "Es su política", razonó.

Las repercusiones

A esto se le agregó el cierre de la planta. A principios de junio, el sindicato impidió que un camión que transportaba bienes ingresara al complejo. En el proceso, el gremio obligó a los trabajadores a retirarse de la línea de producción. La medida puso en riesgo la fabricación de dos mil unidades inacabadas y la exposición de productos químicos de alto riesgo. El lote finalmente pudo ser preservado.

El bloqueo ya no es necesario. El viernes 5 de julio comenzó el cese completo de actividades, lo que resultó en la planta sin producción y sin inventario. Debido al incumplimiento de entregas, una decena de clientes cancelaron definitivamente sus pedidos como resultado de la acción de fuerza. La situación de la empresa empeoró. Debido a la falta de flujo de fondos, no puede cumplir con las obligaciones con sus proveedores.

Las autoridades de la provincia han tomado medidas. Manuel Troncoso, el ministro de Trabajo, afirmó que el sindicato utiliza "bloqueos y bloqueos" como resultado de la negligencia, ya que han sido permitidos hacer lo que quieran durante muchos años. Intentaremos limitar todo eso. Consignó al medio R2820 que no toleraría esas actitudes.

La dirección de la empresa realizó una evaluación final del cierre de la planta. O, por lo menos, mudarse a otro lugar donde no se le haga daño. Si se opta por cualquiera de las dos opciones, habría alrededor de cien personas sin trabajo en la zona. Y tendría un impacto significativo en la cadena comercial y de servicios de la región.

Gietz señaló que en Larroque es el único lugar donde Fademi recibe el mismo salario. Lo que está sucediendo es grave. Los comerciantes de la localidad están preocupados. Concluyó diciendo: "El almacenero, el herrero, todos viven indirectamente de Fademi".