A 34 AÑOS DEL SUB CAMPEONATO DE ARGENTINA EN EL MUNDIAL 90.

Aquella selección ya no era la del mundial 86, su juego no convencía y apenas pasa la fase de grupo como uno de los mejores terceros, es decir que en las copas del mundo actuales no hubiera pasado la primera ronda.

El juego en general de la era Bilardo fue así, excepto raras excepciones como el mundial 86 con un Maradona en su mejor momento, pero en 1990, Diego estaba jugando gracias a su amor propio y el amor a la camiseta, y no podía desequilibrar como era costumbre.

Argentina no ganaba partidos por ser superior como en el mundial anterior sino por la jerarquía individual, jugadas milagrosas como el gol de Monzón, si Monzón Un rustico defensor que jugó el mundial 90.

El párrafo aparte es para Diego Maradona, limitado por tener sus tobillos lastimados, era muy hábil tanto dentro de la cancha como fuera de ella, ya que supo aprovechar el amor de Nápoles hacia él, para dividir a los propios italianos, como ocurriría en aquella recordada semifinal ante los locales, donde tocaría el estadio del club donde él era ídolo.

Diego decía; ahora que Italia juega acá ¿Consideran a los napolitanos, italianos? ¿Y el resto del año? Fue quizás el único partido bueno de Argentina, donde mereció ganar, pero estábamos hechos, habíamos eliminado a Brasil con jugada mágica de Diego y un golazo de Cannigia, y ahora tras empate 1 a 1 gol de Cannigia nuevamente, ganando por penales con Goycochea como figura.

La noche previa a la final con Alemania, hubo un incidente donde Maradona agredió a un encargado de seguridad, fue filmado por la tv brasileña, Diego explicaba; “fue una provocación mi hermano Lalo me pidió salir a dar una vuelta en la Ferrari t 40, y el que estaba en la puerta lo vendió, porque sabía que no tenía registro, después le fui a pedir explicaciones y me insultó”. Tal incidente se solucionaría con una multa. 

Al otro día Bilardo despierta al plantel con golpes en las puertas de cada habitación, mostrando una bandera de argentina tajeada, Bilardo le dijo al plantel que los italianos habían destrozado la bandera argentina, siempre se dijo que en realidad fue una treta de Bilardo para motivar al plantel. Si es contra mí, no sé qué tiene que ver argentina decía Diego, “a mí me tratan de antipático y me dicen de todo, pero eso no me importa. Lo que me interesa es que me quieran mi mujer y mis hijas”. 

Olarticoechea recuerda; “el grupo llego agotado, con problemas dentro y fuera de la cancha, si el árbitro nos daba el penal que me cometieron a mi antes del que cobró, podíamos haber ganado, llegamos muy mermados, Diego tenía el tobillo hinchado le costaba caminar, Burruchaga también lesionado, Ruggeri tuvo que salir en la final tuvo pubialgia, yo compartia la habitación con él y lo tenía que ayudar para levantarse de la cama”.

“Estaban suspendidos, Caniggia, Batista, Giusti,el vasco Olarticoechea se juntó todo”, decía Calderón. 

Diego supo decir; “no hacía falta que nos robaran como nos robaron, a mis compañeros les pido disculpas porque el maltrato que sufrieron durante todo el mundial, fue por mi culpa, y todo lo que me tocó vivir a mi después, fue por ganar partidos que no debía ganar, pero eso si sirvió para hacerlos felices, volvería a hacerlo”.

Sin lugar a dudas Diego tenía razón, cuan felices fuimos eliminando a Brasil e Italia, y viendo lo que daba por la camiseta. Quizás ese día muchos, y me incluyo queríamos más ser campeones del mundo por él, que por otra cosa, y a pesar de todas las dificultades encontradas en el camino, cerca estuvo de ocurrir.

Cuando Alemania levantó la copa del mundo Diego lloraba y lloramos con él, una actuación que empezó muy mal terminaba en una final que de no ser por un árbitro corrupto muy posiblemente hubiera sido nuestra, pero aun así hay que saber reconocer que el plantel puso todo y terminó haciendo un gran mundial, llegando nuevamente a una final, donde muchos países que hablan mucho jamás llegaron ni llegaran.