Milei partirá a Brasil para participar en una reunión de conservadores con los Bolsonaro después de abandonar la Cumbre del Mercosur para evitar reunirse con Lula Da Silva.

Este fin de semana, estará presente en Camboriú. El líder brasileño afirmó que esperaba las disculpas del país argentino, sin embargo, este viaje ha elevado el conflicto político.

Actualidad01/07/2024Alejandro CabreraAlejandro Cabrera
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Javier MileiGoogle Imagenes

Después de abandonar la Cumbre del Mercosur del 8 de julio con el fin de no reunirse con Lula da Silva en Paraguay, Javier Milei se dirigirá al balneario brasileño de Camboriú el sábado para participar en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) organizada por los Bolsonaro.

La actividad es similar a la que llevó a Joe Biden en febrero pasado a Estados Unidos para reunirse con Donald Trump, a quien le expresó su deseo de triunfo en las elecciones presidenciales, lo que causó una gran molestia en la administración de Joe Biden.

En su conferencia del lunes, el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó que Milei viajará a Brasil el sábado y regresará al país el domingo. Sin embargo, no confirmó un encuentro con el ex presidente Jair Bolsonaro, quien es un ferviente adversario del presidente Lula Da Silva.

Sin embargo, es improbable que no se saluden, ya que según la página de la CPAC de Camboriú, Bolsonaro padre y el hijo del ex mandatario y amigo del libertario, Eduardo Bolsonaro, están como disertantes. Además, el chileno José Antonio Kast, quien compite con Gabriel Boric.

Durante la campaña presidencial de Argentina, Lula optó por el ex ministro de Economía y candidato Sergio Massa, mientras que Milei mantuvo reuniones presenciales y virtuales con los Bolsonaro, a los que recibió como invitados especiales durante su asunción el 10 de diciembre pasado. Lula no llegó.

Después de un período de tranquilidad notable y una relación sin sorpresas a través de las cancillerías, se ha producido una tensión entre los presidentes de Argentina y Brasil. Esta tensión es similar a la que existe entre Alberto Fernández y Jair Bolsonaro, pero no se discute.

El viernes, el Presidente se negó a ofrecer disculpas a su compañero brasileño, quien había solicitado, y lo llamó "zurdito" con un ego inflamado. En una entrevista televisiva, afirmó que Lula, quien claramente también actúa de manera visceral y ofendida, también lo hace.

No he mantenido una conversación con el líder de Argentina debido a mi opinión de que debería ofrecer disculpas tanto a Brasil como a mí. El presidente vecino había dicho al sitio de UOL que "Él dijo muchas tonterías, solo quiero que pida disculpas". También ocurrió esta semana, pero luego vino el contraataque de Milei.

¿Cuáles son los problemas que mencioné que son corruptos? ¿No fue encarcelado por corrupción? ¿Cuál fue tu respuesta, comunista? ¿No es un comunista? ¿En qué momento es necesario solicitar disculpas por expresar la verdad? En medio de una absurda saga en la que no se perdonan que Lula haya apoyado a Sergio Massa como candidato y que Milei sea amigo y aliado de los Bolsonaro, enemigos del líder del PT, la izquierda no puede decir nada aún cuando sea verdad, contraatacó.

Adorni afirmó que es posible que estemos viajando con el Presidente el sábado. Él argumentó que Milei no tenía tiempo para viajar a Mercosur debido a su agenda ocupada. Sin embargo, en realidad, el Presidente los vinculó directamente con sus tensiones con Lula da Silva, al que no desea ver. Debido a que tenía una ruta directa a Tucuman, no viajará. El ocho marca la vigilia y la actividad del día siguiente. No teníamos intención de que esa agenda ocupada se llenara de una sobrecarga. No tenemos ningún problema con Lula ni con ningún líder. La distancia es astronómica. Sin embargo, viajaremos a Brasil el sábado y regresaremos a un evento el domingo. Adorni buscó una respuesta a la pregunta de si se encontraría o no con Bolsonaro en este evento.

En medio de la tensión continua, hay una situación política y judicial pendiente de varios bolsonaristas que llegaron a Argentina sin estar bajo custodia de la justicia brasileña. Son personas que tienen causas abiertas en la justicia de su país por haber participado en el intento de golpe de Estado contra Lula da Silva, del 8 de enero de 2023. Brasil planea solicitar la extradición, sin embargo, muchos de ellos solicitaron asilo político al gobierno de Milei.

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