LA TRAGEDIA DE PUERTA 12, EL DIA QUE EL SUPERCLASICO SE COBRO 71 MUERTOS.

Ocurrió el 23 de junio de 1968 en el estadio monumental de River Plate, en una fría tarde, el partido termino también con un frio 0 a 0, pero algo que resultaba para quedar como una mera estadística en el historial deportivo, terminó quedando como una fecha fatídica, por el fallecimiento por asfixia de 71 hinchas de boca juniors, como consecuencia de una avalancha.

Ese campeonato lo terminaría ganando San Lorenzo. Apenas el árbitro Comesaña dio por terminado el súper clásico. la parcialidad visitante comenzó a abandonar la tribuna centenario, cuyas salidas desembocan en la avenida Figueroa Alcorta, en la correspondiente a la puerta 12, a la que se llegaba tras recorrer una serie de escaleras y descansos. 

Ocurrió un lamentable y fatídico incidente, al día de hoy jamás esclarecido, extrañamente desde el principio todos los sobrevivientes discreparon, quizás porque el último tramo del recorrido hacia el portón de salida era un oscuro túnel de 80 escalones sin iluminación ni pasamanos.

Algunos aseguraron que la puerta tijera de acceso y salida, estaba parcialmente cerrada, otros dijeron que los molinetes, que habitualmente se retiran en el entretiempo, seguían colocados, y tampoco faltan quienes dijeron que el incidente lo había ocasionado el violento accionar de la policía montada, eran tiempos de la dictadura de Onganía.

Ese día los hinchas hacían sus necesidades en vasos de café y le tiraban orina y excremento a la policía montada que estaba en la calle, eso provoco la represión policial y luego, la tragedia, sostuvo en presidente de River, Julián William Kent.

Lo cierto es que un grupo de hinchas cayeron y fueron aplastados por la multitud que venía detrás, la cual sin saber lo que sucedía pugnaba por salir. Gustavo Iturbe. uno de los sobrevivientes de aquella nefasta tarde, decía en 2008 al cumplirse 40 años del hecho: “yo venía en el aire y me di cuenta que inevitablemente iba a caer sobre la pila de cuerpos, no sé cómo atiné a cubrirme la boca y la nariz y eso me salvó. Yo había concurrido con dos amigos, al rato sentí que Juan gritaba nuestros nombres, le respondí, pero no logró verme hasta que pude sacar la mano de entre los cuerpos”. Horas después supo que Guido el tercer amigo que había ido con ellos, era una de las 71 víctimas fatales.

En su mayoría fueron jóvenes, el promedio de edad era de 19 años y 24 de los fallecidos eran menores de 18. Además, hubo 113 heridos de distinta gravedad que fueron atendidos en los hospitales Pirovano, Fernandez y Central Militar. 

El jefe del hospital Pirovano de aquel entonces recuerda; “los hospitales no estaban preparados para atender victimas en masa, los que se salvaron lo hicieron por su fortaleza física”.

Un mes antes del superclásico, una comisión de inspectores de la municipalidad de Buenos Aires, y personal de la AFA, habían hecho una revisión integral del monumental, y habían concluido que el estadio no garantizaba una segura y rápida evacuación en caso de pánico, así lo hicieron constar en su informe, pese a ello el partido se jugó allí,

Horas después de la tragedia el gobierno decreto duelo nacional, el martes posterior fueron enterrados el resto de las víctimas. AFA ofreció una indemnización de 450 mil pesos, equivalentes a 1, 400 dólares, a los familiares, a cambio de renunciar expresamente a cualquier acción legal en contra de River.

Poco después de la tragedia River decidió cambiarles los nombres a los accesos al monumental reemplazando los números por letras, así la infausta puerta 12 ahora se llama L. En ella desde marzo de 2008 hay una placa que recuerda a las víctimas, por iniciativa de Diana Von Bernard y donada por el cineasta Pablo Tesoriere, director del documental puerta 12.

Después de 56 años no sabemos si algún día se podrá armar el rompecabezas y saber realmente que sucedió, pero es un hecho del que hay que hablar y recordar para que nunca más vuelva a suceder