Máximo Thomsen rompió el silencio

Tiene 24 años y se encuentra encarcelado en la Alcaidía N°3 de Melchor Romero para cumplir la pena de perpetua por el homicidio de Fernando en VIlla Gessel en 2020.

Actualidad 28/05/2024 Periodismo y Punto
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Thomsen

Máximo Thomsen, de 24 años, habló por primera vez sobre lo que sucedió ese 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, en el que fue asesinado el estudiante de abogacía, mientras está en la Alcaidía N°3 de Melchor Romero, donde está cumpliendo una condena a prisión perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa. "Estuve ahí, participé y le pegué, pero nunca quise que pasara algo así", dijo en referencia al homicidio.

En una entrevista de casi dos horas con Rolando Barbano, Thomsen ofreció su versión de los sucesos, reconoció haber cometido un homicidio, pero en todo momento trató de desmentir la noción de que él y sus compañeros querían asesinar a Fernando. Sí, admitió que no había ninguna representación de que podrían asesinarlo y mencionó a Matías Benicelli como el individuo que se enfrentó a la víctima en el boliche.

Recuerdo haber entrado pateando a la pelea. Thomsen se quebró en llanto después de decir: "No me quiero esconder de lo que pasó, quiero que nos culpen por lo que pasó, no por algo que dicen que pasó".

Con una voz disminuida, continuó diciendo: "Fui presente, participé, le pegué, pero nunca quise que esto terminara así". Una vez más, el llanto interrumpió sus palabras. "Es difícil porque es un cargo de conciencia importante, y cuando uno no lo busca, no espera esta consecuencia".

Condenado a prisión perpetua junto con Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Luciano Pertossi y Benicelli por el delito de homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, en concurso ideal con lesiones leves, presentó el reportaje cuya primera parte fue emitida esta noche por Telenoche en El Trece. El miércoles se publicará la última parte de la nota.

Thomsen y Francisco Oneto, quien fue candidato a vicegobernador de La Libertad Avanza, tienen la intención de anular la sanción impuesta por los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Dolores. El ex rugbier fue identificado como el líder del grupo y, cuando Fernando Báez Sosa ya estaba inconsciente en el suelo, le dio una patada mortal en la cabeza.

El objetivo de la cruzada de Thomsen y los argumentos de su defensor es eliminar la premeditación, la fuerza que sostiene la perpetua. Y Máximo dijo en esa línea: "Era una persona joven, como nosotros. Tener en cuenta que sí, fue nuestra responsabilidad y también la mía. Nadie lo deseaba de esa manera. Ni yo ni mis compañeros deseábamos que esto terminara de la manera en que terminó. Nadie es quién para quitarle la vida a alguien; es una vida. Una vez más comenzó a llorar.

La cámara enfocaba la imagen de la Virgen de San Nicolás en una vitrina a su espalda. Había dejado atrás su narración de su existencia previa a ese 18 de enero en Villa Gesell, cuando cursaba su carrera como profesor de educación física y jugaba rugby con el Club Atlético San Isidro. Además, sus veranos trabajando en el riego con su padre y la comprensión de que cuando se iban de vacaciones, consumían principalmente alcohol. No disfrutaba si no tomaba. Recordó que lo hacía demasiado y que era una forma de divertirse.

Después de decir que "no hay violencia en el rugby", el acusado respondió: "Esto no tiene nada que ver con el rugby, tiene que ver con la cuestión social. Una persona sale a la calle y se produce violencia. Justamente, hablaría de las noches que pasó a los golpes en Zárate. “Sí, pasaba que salía y era muy normal tener dos o tres peleas seguro; con baldosas, armas, cuchillos, era una cuestión difícil. Siempre lo vi. Me he peleado y no es algo de lo que esté orgulloso y es algo que traté con un psicólogo”.

Ante esto, Thomsen recordó que en sus peleas en la noche de Zárate “nunca” se le “pasó por la cabeza matar a alguien”. Y añadió: “Uno no siente que con las manos o con el cuerpo pueda llegar a un extremo de matar a alguien”.

El condenado detalló que el grupo con el que se fue ese enero de 2020 a Villa Gesell eran sus amigos de las vacaciones, nada más. ¿El plan? “El plan era tomar a la tarde y a la noche, y salir”, asumió y admitió que ese 18 de enero en que murió Fernando: “Llegué borracho al boliche Le Brique”.

Barbano le preguntó quién golpeó primero a Fernando esa noche a la salida de Le Brique. “Primero Enzo (Comelli). Le pega porque le había pegado a Matías (adentro del boliche). Le pegó y fui atrás, y me metí. Siento una pila y empiezo a pegar patadas al aire”, respondió.

Y agregó: “Nunca lo agarré de los pelos, yo solo tiré patadas. No entendía lo que estaba haciendo. Luego abandonó el gesto en la cabeza de Fernando y dijo: "No fui". Ciro (Pertsossi) fue el protagonista y se demostró que esa patada no llegó nunca.

Después de dejar de lado su culpa por no haber hablado antes, enfatizó: "Me di cuenta de que sí había golpeado a Fernando". No me esconderé; es algo que sucedió. Siempre he deseado expresarlo, pero no me han brindado la oportunidad. Me dijeron que no porque era ineficaz y podría usarse en mi contra. Quería expresar mi participación, pero no tenía intención de hacerlo.

Remarcó el tema e incluyó a los otros condenados, como si hablara por todos: "Podemos ser buenas o malas personas, pero ninguno de nosotros quiso que eso pasara". Nadie es quién para quitarle la vida a alguien.

"No me siento asesino", declaró Thomsen. Es una palabra poderosa... Considerar que te han obsequiado con individuos que cometen homicidios motivados por la violencia, lo cual se puede observar aquí (en la prisión) en la presencia de personas que lo consideran algo común y a mí me refieren de la misma manera. No quería que eso sucediera. ¿Qué haría si tuviera la capacidad de actuar? Volver el tiempo atrás para evitar la pérdida de vidas.

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