Murray o Márquez: ¿Quién es el Laclau de Milei?

Hasta ahora Milei gobierna como Hayek, habla como Rothbard y se sienta con Márquez. Cuando gobierne como Rothbard y hable como Hayek vamos a estar en serios problemas. Pues se seguirá sentando con Márquez.

Análisis y Opinión 10/05/2024 Alejandro Cabrera Alejandro Cabrera
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Nicolás Márquez fue el hombre de la semana tras intentar presentar en los medios su último libro, la vida de Milei. Sin embargo, su forma de pensar y lo que representa en gran parte del electorado de Milei hizo dejar la biografía de lado.

Sin dudas, el último libro de Márquez probablemente tenga una de las mejores propagandas que tuvo un libro en los últimos tiempos. Más allá del propio que escribió el presidente. 

El hombre en cuestión es un abogado devenido en “biógrafo”. En su vasta trayectoria de debates y bibliográfica siempre los temas de “ideología de género” y de la homosexualidad está a flor de piel. 

Personalmente la prosa literaria de Márquez no me parece de las mejores, pero su rusticidad la hace más accesibles a personas que tal vez no tengan el hábito de leer y que no están buscando libros demasiado difíciles. Los libros de Máquez tienen eso. Son fáciles de leer. 

La nota con Tenembaum y María Julia Oliván 

Ernesto Tenembaum, con quien no comparto en nada la visión que tiene del mundo, lo entrevistó respecto al libro de Milei. El biógrafo de Perón, Allende y Milei Indefectiblemente se metió en un embrollo del cual no podía salir respecto a la “conducta autodestructiva de los homosexuales”. Dando “datos” que están citados en su libro diciendo que los homosexuales viven en promedio 25 años menos que una persona normal y están destinados a una vida tormentosa.

Esto desencadenó una serie de críticas. Las más resonantes las de Jaime Bayly y el de Manuel Lozano. Pero llegó otra entrevista, la de María Julia Oliván en Border, y allí el autor comparó a la homosexualidad con fumar mucho. Y dijo que hay que “ayudarlos” a “pasar la vida de la mejor manera". Según Nicolás los medios tomaron esto de manera "picara". Sin embargo allí se autodefinió como alguien que es un "respetuoso de la libertad individual", para luego referirse al ser gay con una "tendencia", "conducta" y lo equiparó  con "fumar siete atados de cigarrillos"

La defensa de Nicolás es que “a él no le importa lo que hacen las personas adentro de una cama”. Yo creo que miente. El discurso que esta persona trae es reaccionaria y peligrosa. Puedo ser la encarnación del neo kirchnerismo. ¿Por qué? 

Agustín Laje y Nicolás Márquez influyen de manera directa en el núcleo duro de votantes de Milei. No tienen ateos. Otros que allanaron el camino como Álvaro Zicarelli, Dannan, el Presto o De Peroncho, sufren constantes ataques en redes de propios y ajenos.

El tema es que Laje se define como liberal, aunque para mí no lo sea. Márquez en tanto se define como conservador. Murray Rothbard máximo faro moral del presidente y que armó el arquetipo del populismo de derecha ponía a los conservadores en un lugar de enemistad con los Libertarios. Si tomamos en cuenta que el presidente sugirió no ser entrevistado por gente que puede llevarte a decir cosas que no querés por que no la ven, es curioso que aceptase ser entrevistado para su biografía por un conservador.

Por su parte en una breve reseña Friedich Hayek fue un anti colectivista y exponente del liberalismo y de la Escuela Austriaca. Sin embargo, entendía que había lugares en donde el Estado SÍ debía entrar y, sobre todo, su trabajo fue en reacción al nazismo. Punto muy importante para él y sus ideas.

Por esa misma razón, porque no solo dieron conferencias juntas, y se dicen amigos, porque no solo desde lo discursivo comparten ideas, sino porque se sentó para hablar con él y se abrió para que este escriba su biografía, es que la palabra de Márquez se la puede emparentar con Milei. Sobre todo, cuando este se esfuerza en cada nota en aclarar que nada tiene que ver su pensar con el del presidente llegamos al clásico “no aclares que oscurece” 

Luego, la cuestión de que el estado no se haga cargo de las “inconductas” de los ciudadanos, como ser gay, y si tomamos en cuenta la comparación con los cigarros, significaría que si llega a un hospital un enfermo de cáncer de pulmón o enfisema no debería de ser atendido. 

Márquez reiteradas veces salió tomando cerveza en sus directos. Sí Nicolás tiene una falla hepática, o dios no quiera sufre un accidente de cualquier índole producto de su consumo de alcohol debe ser hospitalizado, tenga o no tenga cobertura médica, ¿sería justo que la salud pública se haga cargo de él? Según su propia visión de los deberes del estado. 

EL POPULISMO DE DERECHA

Ernesto Laclau fue el ideólogo del kirhcnerismo y supremo del populismo. Horacio Gonzáles dijo alguna vez que la relación de los Kirchner con los intelectuales era "atemporal", con Laclau no solo era temporal si no programática. Pero los kirchner no eran filósofos, como tampoco lo es Javier. 

Así como Cristina no era Laclau, Milei no es Murray Rothbard. Pero las ideas de Márquez si son parte de las ideas del electorado de Milei. Estas son que la junta militar sufrió un juicio paródico ya que debían ser juzgados por su autoridad competente. Que la homosexualidad es como fumar y autodestruirse. Básicamente que los que van por determinado camino en la vida son los buenos, y los que están enfrente son un virus que contamina. Y eso señores, es la misma receta que usaba el peronismo y el kirchnerismo. 

Javier Milei tiene la posibilidad de frenar todo esto, pero estamos reemplazando el “facho” por el “zurdo” y derecha por izquierda. Mi amigo y mentor Fernando Iglesias insiste en que nos centremos en los hechos y no en las palabras, pero las palabras fueron las que llevaron a la hegemonía kirchnerista en nombre de una justicia social inexistente. En esta oportunidad las palabras están llevando al conservadurismo a un liberalismo que no es tal. Este gobierno nada tiene que ver con Hayek ni con el liberalismo clásico. Ni con el marginal Murray Rothbard. 

Tiene mucho más que ver con los autores de una nueva moral, de una moral “superior” que quiere aplastar a todo lo que es inferior. Hasta ahora Milei gobierna como Hayek, habla como Rothbard y se sienta con Márquez. Cuando gobierne como Rothbard y hable como Hayek vamos a estar en serios problemas. Pues se seguirá sentando con Márquez. 

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