Renunció el obispo de Canterbury por el encubrimiento de agresión física y sexual de menores en la Iglesia de Inglaterra

El reverendo Justin Werby, quien ostenta el título de arzobispo de Canterbury y es la máxima autoridad de la Iglesia anglicana, presentó su dimisión el martes por la tarde. Esta decisión fue tomada debido a la presión ejercida por el gobierno, a raíz de su manejo de uno de los escándalos de abusos sexuales más serios que ha enfrentado la iglesia.

Un estudio realizado de forma autónoma sobre John Smyth, un abogado cristiano que habría golpeado de manera "brutal" a 130 niños a lo largo de 40 años, determinó que podría haber sido procesado legalmente si Welby lo hubiera denunciado a las autoridades hace diez años.

Se comenta que Smyth, fallecido en Ciudad del Cabo en 2018 a los 77 años, habría sometido a cerca de 130 niños y jóvenes en el Reino Unido y África a golpizas "salvajes" y abusos sexuales a lo largo de muchos años.

Welby se ofreció como voluntario en un campamento cristiano organizado por Smyth en Dorset. Ha tenido que hacer frente a la investigación sobre cuánto conocía acerca de los abusos. En 1981, le confesaron que un sacerdote le comentó que el abogado no era una persona de buena reputación. Sin embargo, expresó su convicción de que la advertencia guardaba relación con el carácter de Smyth.

Durante cincuenta años y en tres naciones distintas, John Smyth QC causó un impacto en 130 niños y jóvenes en el Reino Unido y África, sometiéndolos a agresiones físicas, sexuales, psicológicas y espirituales traumáticas que dejaron una huella imborrable en sus vidas.

El informe concluyó que podría haber sido llevado ante la justicia si Welby lo hubiera denunciado formalmente a la justicia.

La carta de renuncia

En su carta de renuncia, Justin Welby dijo: "Después de haber solicitado el amable permiso de Su Majestad, el Rey, he decidido renunciar”.
" Makin Review ha expuesto la conspiración de silencio, mantenida durante mucho tiempo sobre el atroz abuso de John Smyth. Cuando me informaron en 2013 y me dijeron que se había notificado a la policía, creí equivocadamente que se llegaría a una resolución apropiada”, continuó.
"Está muy claro que debo asumir la responsabilidad personal e institucional por el largo y traumático período entre 2013 y 2024. Los últimos días han renovado mi antigua y profunda sensación de vergüenza por los históricos fallos de protección de la Iglesia de Inglaterra. Durante casi 12 años he luchado por introducir mejoras. Son otros los que deben juzgar lo que se ha hecho”, escribió en su renuncia.
"Mientras tanto, cumpliré con mi compromiso de reunirme con las víctimas. Delegaré todas mis otras responsabilidades actuales en materia de protección, hasta que se complete el necesario proceso de evaluación de riesgos", continuó.
Smyth murió a los 75 años en Ciudad del Cabo en 2018 mientras estaba siendo investigado por la policía de Hampshire, por lo que "nunca fue llevado ante la justicia por el abuso", decía el informe.

Presiones del gobierno: El primer ministro británico Sir Keir Starmer aumentó la presión sobre el arzobispo de Canterbury, después de describir los casos de abuso en la Iglesia de Inglaterra como “absolutamente horribles” y decir que las víctimas habían sido defraudadas “muy, muy gravemente”.
Un sobreviviente del abuso de Smyth dijo que la gestión de las acusaciones por parte del arzobispo fue una "negligencia del deber", añadiendo que no tenía "ninguna sombra de duda" de que Welby debería dimitir.

Starmer expresó que, aunque en definitiva era un tema eclesiástico, sus pensamientos estaban con aquellos que habían sido afectados.

Durante su participación en la conferencia sobre el cambio climático COP29 en Azerbaiyán, Starmer expresó: "Quiero expresarme con total transparencia: según mi entendimiento de las acusaciones, resultan sumamente espantosas en el contexto de este asunto en concreto, tanto por su magnitud como por su contenido. Mis pensamientos están con las víctimas en esta situación, a quienes claramente se les ha decepcionado enormemente en todos estos aspectos.

Según el primer ministro británico, "se trata, en última instancia, de un tema relacionado con la iglesia". Sin embargo, puntualizó: No evitaré mencionar que considero estas acusaciones terribles y que mi corazón está con las víctimas en este asunto.

El lunes, la obispa de Newcastle, Helen-Ann Hartley, expresó que la dimisión de Welby era imprescindible para "establecer un límite" ante la negligencia en la gestión de los casos de abuso por parte de la Iglesia de Inglaterra. Es la primera vez que una figura de gran importancia se involucra en este tipo de intervención.

La carga que llevan aquellos que han sobrevivido a situaciones de abuso
Los que lograron sobrevivir al escándalo de abuso habían solicitado la dimisión de Welby. Cuando Smyth empezó a mostrar interés en Mark Stibbe, un estudiante de 16 años en el Winchester College, pronto evolucionó hacia palizas "crueles" que recibía.

Stibbe afirmó que la manera en que Welby abordó las acusaciones fue una "falta de responsabilidad en el desempeño de sus funciones" y que no albergaba "ni una pizca de incertidumbre" acerca de la necesidad de que el arzobispo dimitiera.

Tres representantes del parlamento eclesiástico, conocido como el Sínodo General, señalaron al arzobispo por haber "tolerado la persistencia de abusos" durante el período comprendido entre 2013 y 2017. Una solicitud fue puesta en marcha exigiendo la dimisión del arzobispo, la cual había recibido la firma de más de 7.000 personas para el martes por la tarde.

El "terror" en el Palacio de Lambeth
En Londres, el majestuoso Palacio de Lambeth, conocido como el Vaticano anglicano a orillas del río Támesis, reafirmó la profunda consternación del arzobispo ante los abusos cometidos por Smyth. También expresó su arrepentimiento por no haber garantizado una investigación exhaustiva de las acusaciones presentadas a la iglesia en 2013.

No obstante, en la mañana del martes, el palacio reiteró la afirmación de Welby de que "no tiene planes de dimitir", ya que no tenía conocimiento directo de los abusos de Smyth antes de que se presentaran las acusaciones. Una representante comunicó que el arzobispo mantenía su dedicación al "constante esfuerzo de edificar una iglesia más segura". Sin embargo, al caer la tarde, las tensiones lo empujaron a renunciar.

En el año 2013, justo después de asumir el cargo de arzobispo, Welby recibió noticias sobre las acusaciones de abuso en contra de Smyth. Sin embargo, le comunicaron de manera equivocada que habían sido entregadas a las autoridades policiales. En realidad, no se había llevado a cabo ningún envío oficial. En la evaluación se descubrió que Welby y otros líderes destacados evidenciaron una "carencia de interés" en saber si estaban siendo investigados de manera adecuada. Más tarde, Welby pidió perdón y reconoció que él mismo no se había cerciorado de que las acusaciones hubieran sido reportadas.

Antiguo trabajador de la industria petrolera y líder religioso.
La dimisión de Welby ocurre dos años antes de que cumpla la edad de retiro de la Iglesia, que es de 70 años en el año 2026. Ha dirigido ceremonias nupciales y fúnebres de la realeza, como el funeral de la reina Isabel en la Abadía de Westminster en septiembre de 2022. Meghan, la duquesa de Sussex, fue convertida al anglicanismo por él y unió en matrimonio a Harry, el hijo del rey. Fue la persona que más insistió al monarca para que se reconciliara.

En 1992, recibió la ordenación como sacerdote tras dedicar 11 años a su trayectoria en el sector petrolero. Durante quince años iniciales, dedicó su servicio en la diócesis de Coventry. En el año 2002, Welby recibió el título de canónigo en la majestuosa catedral de Coventry. Posteriormente, ocupó el cargo de decano en Liverpool desde 2007 hasta 2011, para luego ser designado obispo de Durham entre 2011 y 2012.

Después de ser proclamado como el 105º arzobispo de Canterbury a finales de 2012, fue coronado durante una ceremonia en la majestuosa catedral de Canterbury en marzo de 2013. Además de desempeñar el rol de líder eclesiástico en Inglaterra, ha ejercido como guía espiritual para una audiencia de 85 millones de individuos alrededor del globo, formando parte de la Comunión Anglicana.

En el año 2016, Welby sorprendió al mundo al desvelar que Sir Anthony Montague Browne, el último confidente personal de Sir Winston Churchill, era su padre biológico. En ese instante, a través de la prueba de ADN, se encontró con una sorpresa total, ya que pensaba que su padre era Gavin Welby, el hombre que lo había cuidado.

En una afirmación pronunciada en ese instante, Welby expresó: En Jesucristo descubro mi verdadero ser, no en mi herencia genética, y mi identidad en él permanece inmutable.