La astronomía será transformada: El telescopio que cuentará con la cámara digital más grande a nivel mundial

Ubicada en el Observatorio Vera C. Rubin, una nueva herramienta astronómica que está a punto de completarse en el Cerro Pachón, una elevación de 2.682 metros enclavada a unos 482 kilómetros al norte de Santiago, la cámara cuenta con una asombrosa resolución de 3.200 megapíxeles, equivalente a la cantidad de píxeles presentes en 300 dispositivos móviles. Cada captura abarcará un área celestial tan extensa como 40 lunas llenas.

Cada tres noches, el telescopio capturará instantáneas de la totalidad del firmamento visible, generando una multitud de imágenes que posibilitarán a los astrónomos observar cualquier objeto en movimiento o variación de luminosidad. Se aguarda que de este modo, Vera Rubin encuentre alrededor de 17 mil millones de estrellas y 20 mil millones de galaxias que permanecían ocultas a nuestra vista, y esto es solo el comienzo.

Según Clare Higgs, experta en difusión astronómica del observatorio, Rubin tendrá la capacidad de llevar a cabo numerosas acciones. "Estamos descubriendo el firmamento de una manera inédita, abriéndonos la oportunidad de resolver interrogantes que ni siquiera habíamos imaginado formular."

Durante un período de diez años, el telescopio explorará el firmamento nocturno, capturando mil imágenes diarias. En una década, estaremos conversando acerca de innovadores ámbitos científicos, de inéditas categorías de elementos y de revolucionarios hallazgos de los cuales aún no tengo conocimiento, por lo tanto, no puedo mencionar en este momento. Y en opinión de Higgs, eso resulta sumamente estimulante.

Preparación para la activación:
Desde el año 2015 se está edificando un telescopio que honra la memoria de la destacada astrónoma Vera Rubin, quien falleció en 2016. Esta pionera científica, reconocida por múltiples logros, fue la primera en confirmar la presencia de la misteriosa materia oscura, una sustancia elusiva que conforma la mayor parte del universo y que hasta ahora ha permanecido invisible.

A principios de la década de 2000, el proyecto fue iniciado gracias a aportes económicos de particulares, incluyendo los magnates Charles Simonyi y Bill Gates. Después, recibió financiamiento de manera colaborativa por la Oficina de Ciencia del Departamento de Energía y la Fundación Nacional para la Ciencia de EE.UU., entidades que también lo supervisan en conjunto con el Laboratorio Nacional de Aceleradores SLAC, un centro de investigación operado por la Universidad de Stanford en California.

A pesar de que el Rubin es un observatorio nacional de Estados Unidos, está situado en los Andes chilenos, donde comparte espacio con otros telescopios por diversas razones. Higgs menciona que los telescopios ópticos requieren de un lugar elevado, sombrío y árido debido a los inconvenientes causados por la contaminación lumínica y la humedad, los cuales disminuyen la eficacia de los equipos. "Se requiere un ambiente sumamente sereno y profundamente comprendido, y la excelencia del firmamento nocturno en Chile es sobresaliente, razón por la cual abundan los telescopios en esta región", agrega. Aunque está en un lugar apartado, no es tan aislado como para que Rubin tenga dificultades para obtener los datos de la montaña, ya que cuenta con una infraestructura en la que puede confiar.

En estos momentos, el telescopio está en la etapa final de su creación y se prevé que esté listo para ser activado en el año 2025. En este momento nos encontramos ensamblando todas las piezas, las cuales ya se encuentran en la cima de la montaña. Según Higgs, este logro importante lo alcanzamos durante el verano. Tenemos la esperanza de que en la próxima primavera todo esté preparado: juntar, alinear y garantizar que todos los sistemas, desde la cima hasta nuestros conductos y los datos, luzcan como es debido y estén optimizados al máximo. Han sido muchos años de esfuerzo y dedicación invertidos en esto, pero el resultado final siempre es incierto hasta que todo comienza a funcionar.

Después de un período de experimentación, a finales de 2025, el observatorio llevará a cabo sus primeras observaciones, aunque Higgs señala que este cronograma no es definitivo.

Las revoluciones están en marcha:
Según David Kaiser, un experto en Física y en Historia de la Ciencia en el MIT, la comunidad de astrónomos está emocionada con el Observatorio Vera Rubin. De acuerdo con Kaiser, el telescopio contribuirá a desentrañar antiguos enigmas relacionados con la materia oscura y la energía oscura, dos de los elementos más persistentes y enigmáticos de nuestro cosmos.

Según Kaiser, el Observatorio Vera Rubin posibilitará a los astrónomos crear un detallado mapa de la disposición de la misteriosa materia oscura, utilizando la forma en que esta dobla la ruta de la luz común de las estrellas, un fenómeno denominado 'lente gravitacional'. "La presencia de la misteriosa materia oscura se percibe en cada rincón del universo, aunque resulta un desafío precisar cómo se ha ido congregando en vastas regiones del firmamento nocturno a lo largo del tiempo", expresa, sugiriendo que al obtener más información sobre la disposición de esta sustancia enigmática, el Observatorio Vera Rubin podría facilitar a los expertos en astrofísica la tarea de descifrar sus características.