SE CUMPLEN HOY 55 AÑOS DEL LANZAMIENTO DE ABBEY ROAD, LEGENDARIO ALBUM DE THE BEATLES

Abbey road se editaba un día como hoy 26 de septiembre de 1969. Poco más de un mes antes, el 8 de agosto, era viernes y cerca del mediodía, hacia muchísimo calor y la banda más importante de la historia de la música contemporánea estaba por hacer la sesión de fotos para la tapa del disco que estaban por editar. Si bien el trabajo en estudio no estaba terminado y había momentos de tensión, decidirían apurar para terminar el disco.

La idea original para la cubierta del disco no fue la que se hizo y todos conocemos, sino que Paul McCartney, había pensado a los cuatro integrantes de los Beatles, en un lugar absolutamente grandilocuente, el monte Everest, abrigados pero sonrientes, solos en la cima, quizás fuera pensado como una perfecta metáfora. 

Pero finalmente se inclinarían por una idea mucho más básica, convocaron para el trabajo fotográfico a un amigo de John y Yoko, Lain Macmillan, él los fue a ver al edificio de la compañía de la cual eran dueños desde hacía unos pocos años atrás, el edificio Apple. Sin dudas que los Beatles fueron precursores no solamente en la música, sino también en todo como seria conocido el trabajo de las bandas de rock, como por ejemplo prestar atención a cada uno de los detalles, por caso el arte y la presentación de cada álbum y venían sorprendiendo al mundo con su música, pero también con los artes de tapa, especialmente desde el disco revolver editado en 1966.

También la icónica y enigmática portada del sargento Pepper con la inclusión de los personajes célebres, luego de lo sobrecargado pasaron al minimalismo extremo con la portada del White álbum de 1968, grandioso disco con la portada en blanco y sin nombre, con el nombre de los Beatles en relieve. 

Paul era quien se encargaba de los artes, pero con lo del Everest, la banda mostró entusiasmo en un principio, pero al momento de concretar no se mostraron entusiastas, porque se habían atrasado en las grabaciones del disco y necesitaban estar cerca del estudio.

Para hacer la portada tan icónica solo necesitaron diez minutos, cortaron la calle para impedir el paso de los autos y peatones, así los Beatles cruzaron la calle en varias oportunidades. Macmillan sacó varias fotos de las cuales sobrevivieron seis, en dos de ellas Paul McCartney tenia puestas unas sandalias, en las otras está descalzo, hacia tanto calor que prefirió estar descalzo.

De ahí nacería una de las teorías de la conspiración más famosas, que Paul estaba muerto y había sido reemplazado por un doble y que su muerte había sido ocultada. la teoría decía que la vestimenta de los Beatles era clara en cuanto a lo que significaba, Lennon quien iba delante de blanco, era el sacerdote, Paul descalzo, con los ojos cerrados y un cigarrillo en la mano el cadáver, George con camisa y pantalón de jean el enterrador y Ringo de negro el de la funeraria. 

Encima detrás podía verse un auto, el famoso escarabajo con una patente que decía IF28, si Paul viviera tendría 28 años. Sin embargo al momento de la publicación del álbum Paul tenía 27 y no 28 años en fin… Paradójicamente este disco fue una obra maestra, a pesar que el clima ya no era como el que solía ser entre ellos, era de claramente separación, pero como sucede a veces con los matrimonios, a veces las rupturas no son abruptas sino que deben madurarse como ir trabajándola hasta que sucede  y lo que debió ser un disco de clima oscuro y denso, no fue eso sino más bien lo contrario, ya que es un álbum lleno de ideas novedosas  y de una variedad musical digna de unos maestros de la música que son.

Gemas incluidas aquí como el medley del lado b que consta de ocho canciones enlazadas una tras otra, las canciones de George Harrison que aporta al disco son dos de sus mejores y más reconocidas, “something” y “here comes the sun”, esta última incluía el uso del sintetizador moog por primera vez en el rock,

“Come togheter” e “I want you she’s so heavy” escritas por John Lennon, son dos joyas del rock, “Oh Darling” de Paul McCartney es una gran canción, la cual quería cantar Lennon, pero Paul se salió con la suya grabando él la voz principal. 

Incluso la aportación de Ringo Starr en el álbum es a la altura de las circunstancias aportando “octopus garden”, sobre el final en la canción “the end”, aportaría un muy buen solo de batería, además de tres solos de guitarra aportados en orden por McCartney, Harrison y Lennon. 

En síntesis, si alguien ama la buena música e increíblemente no conoce este disco, es un buen momento para buscarlo, descubrirlo y disfrutarlo, ya que la buena música nunca envejece.