Autocracias contra democracias: Argentina y el mundo

El asesinato de Lior Rudaeff en manos de Hamas abre los ojos de vuelta del principal tema de la guerra en Gaza. Los secuestrados. ¿Pero hay algo más allá?

Análisis y Opinión 08/05/2024 Alejandro Cabrera Alejandro Cabrera
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Lider supremo de Irán Máximo ícono de la autocracia

Israel realizó en las últimas horas un ataque limitado a la ciudad de Rafah. Busca con esto acorralar financiera y militarmente al régimen de Hamas. Mientras al rededor del mundo hay masivas protestas en universidades de todo el mundo, parece que un conflicto bastante simple de entender es utilizado para su propio bien por cada uno de los actores mundiales que tienen cercanía al conflicto. 

Por ejemplo, nuestro país está enfocado claramente del lado correcto de la historia. Acompaña al mundo occidental, democrático y lejos del terrorismo internacional. De hecho, a este periodista el vocero de las Fuerzas de Israel, Roni Kaplan, le dijo que fue impactante la visita de Milei a Israel. El asesinato de un Argentino, o mejor dicho, enterarnos que murió hace más de doscientos días y se dio a conocer en estas horas, es motivo de un comunicado del gobierno que da las condolencias. Muy bien. Pero dentro del comunicado se volvió a meter la ficha del deterioro que sufrieron las Fuerzas Armadas durante mucho tiempo en nuestro país. 


Lo mismo sucedió durante el acto por el 2 de abril cuando se homenajeó a los excombatientes de la guerra de Malvinas. Es cierto que con la vuelta de la democracia se tomó la decisión en todo el arco político de la época que desfinanciar a las FFAA como método preventivo a posibles nuevos golpes de estado fue un desastre. También es verdad que la campaña de demonización a todo lo “militar” en Argentina fue exacerbado por la mayoría de la sociedad intelectual usando principalmente la palabra “Facho” para definir a todo aquel que tenga un pensamiento un poco distinto al hegemónico de la época. 


LOS TIEMPOS CAMBIARON

¿Los tiempos cambiaron? Si bien la progresía lucha por mantenerse en la hegemonía cultural, sin dudas que el libertarianismo viene con pasos agigantados. Ahora, Milei es extremadamente pragmático hacia adentro de su fuerza. Nicolás Márquez acaba de sacar una biografía de Milei y está en el cenit de su popularidad. Este escritor exitoso, que se define como conservador de derecha y no esconde su forma de pensar, no es para nada un liberal. Sin embargo, es una de las personas más escuchadas hoy por el núcleo duro de los seguidores del presidente. El otro faro intelectual de los libertarios es Agustín Laje. Quien definió “zurdo” como el nuevo “facho”. Laje se define como liberal, pero lejos está su pensamiento del de Hayek y los mayores exponentes de la escuela Austríaca. De hecho hasta está lejos de Murray Rothbard, el faro del presidente.

Esto no está mal, para nada. Pero Laje y Márquez no son los mejores exponentes intelectuales para guiar la cultura nacional en épocas de integración global. En épocas donde Argentina se quiere insertar entre el mundo occidental. Flaco favor le hace al país que cambiemos enemigos por otros. Dentro de los que “bancan” la presidencia de Milei, sostenida en parte por lo que está haciendo y en parte porque es el cambio que nos sacó del Kirchnerismo, si entienden al mundo como una “aldea global” y lejos están de las teorías de conspiraciones internacionales que financian planes malévolos para disminuir la población mundial por medio de la destrucción de la familia. Y esto no tiene nada que ver con ser “celeste” o “verde” ni defender la vida desde la concepción o no. Tiene que ver con ver el mundo cómo es, y no cómo lo queremos acomodar. 


Entiendan que además, estos dos intelectuales son realmente estudiosos, leídos y saben de lo que hablan, aunque no coincidamos. No es lo mismo que el intelectualismo que se junto al kirchnerismo. Que era más de base emocional. Ojo, esa base emocional también está en el Neolibertarianismo. 

Laje y Márquez encarnan las caras visibles de un conservadurismo que estuvo en las sombras durante mucho tiempo. El conservadurismo antiperonista. La otra ala conservadora del país fueron los peronistas y los kirchneristas. Aunque se disfrazaran de progresistas son conservadores. De hecho, Murray Rothbard marca a los conservadores como enemigos del libertarianismo y al comunismo como hijos de está idea política. 


AUTOCRACIAS Y DEMOCRACIAS


Por eso, volviendo al principio, ¿con qué parte del comunicado del gobierno nos tenemos que quedar? El que se pone conservador o el que se pone globalista y modernizador. Elijo quedarme con las acciones y no con las palabras. A fin de cuentas debemos entender que Argentina se está insertando en el mundo democrático y antiterrorista. Fernando Iglesias escribió una columna hablando sobre los hechos y las palabras. Tal vez el presidente deba mejorar en las palabras, pero por lo menos a nivel de relaciones internacionales  está haciendo las cosas bien.

Pero la delgada línea que te lleva una democracia a una autocracia es muy fina. Tan fina que Márquez pasó de ser un exitoso escritor de nicho a estar debatiendo en los prime times de los medios y diciendo por ejemplo que la “homosexualidad” es una conducta “autodestructiva” y además dice que los gays viven 25 años menos. A lo que el genial Jaime Bayly, acaso el liberal latino más importante del mundo, le constestó: “Me queda poca vida, según un amigo de Milei”. 

La autocracia puede ser de derecha o de izquierda. Con libre mercado o con intervención. Con colectivismo o libertarianismo. No nos confundamos con la palabra libertad, hay que ejercerla, no simplemente repetirla. 

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